CAPÍTULO 71

Ya he subidoooo UEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. (No me matéis que yo os quiero mucho <3<3<3)

PRIMER CAPÍTULO DEL AÑOOOOOOOO. ¡¡¡UEEEEE UEEEE UEEEEEEEE!!!

Tenía previsto subir el día 31, pero brrrrrrrr, no pude. Aun así, espero que os guste mucho y espero recibir muchos comentarios. ^^

Espero que Santa Claus se haya portado bien con vosotros y que esta noche Los Reyes Magos también jijijijiji (como se reiría @Cristinetaa96 jajajajaja). En fin, tengo dos noticias buenas (: 1-Esta semana me ponen POR FIIIIIN internet en casa (YA ERA HORA YA...), y la 2 noticia buena es que ya tengo el siguiente capítulo escrito. Uuuuuuuhhhh lloreeeemos jajajajajaja. 

También daros las gracias por haber pasado las 35.000 visitas, SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. *LLORO* 

Bueno, creo que ya me he enrollado bien ya... os dejo leer y ¡¡¡¡OS LOOOOOOVEEEEEEEO MUUUUUUCHOOOOOOOOOOOOO!!!!

[ Miércoles 31 de Octubre ]

Narra Louis

A la mañana siguiente de cenar en casa de Paula me tuve que levantar muy pronto para ir a por su regalo. Como no nos dejaban ir solos tuve que ir con Preston. Zayn quiso acompañarnos. Tuvimos que ir ‘’camuflados’’ para que no nos reconocieran. Fuimos a un centro comercial y menos mal que no había mucha gente porque sólo teníamos dos horas para comprar el regalo, luego teníamos entrevistas para revistas y cosas de esas. Menos mal que ya tenía el regalo pensado que si no…

-¿Le hará ilusión? –pregunté por octava vez en menos de diez minutos.

-Sabes que sí, no preguntes más. –me dijo Zayn.

Ya estábamos casi llegando al hotel donde nos alojábamos.

Subimos a las habitaciones y yo entré en la mía para dejar el regalo de Paula y para cambiarme de chaqueta. La habitación la compartía con Harry y Liam. Nial y Zayn estaban en la de al lado. Cuando nos preparamos todos salimos del hotel e hicimos unas siete u ocho entrevistas para diferentes revistas. Por la tarde teníamos las de radio y por la noche iríamos a El Hormiguero. Paula me había enseñado a decirlo bien. Si es que… cuatro cosas más y sé hablar español. ¡Soy un crack! Las entrevistas se me pasaron rápidas. La mayoría claro, aunque prácticamente nos preguntaban sobre el mismo tema: Take Me Home.

Al acabar volvimos al hotel y nos arreglamos un poco más. Llamé a Paula y me dio la dirección del restaurante.

A las 13:30 justas estábamos los cinco en la puerta principal. Entramos y allí ya estaban mis rubísimas cuñadas, mi simpática y amable suegra y mi increíble novia. Las saludamos y me senté entre ella y Nialler. La comida pasó súper rápido. De verdad, muy rápido. Harry le dio su iPhone a un camarero para que nos hiciera una foto a todos juntos. La hizo y la subió a Instagram. En los postres, o sea, en la tarta que su madre había encargado para que llevaran al restaurante, después de cantarle cumpleaños feliz, le dimos los regalos. Niall y Liam le regalaron un conjunto de vestido, tacones y bolso. Le encantó. Zayn le regaló un tatuaje donde quisiera. Le dijo que el próximo que se haga se lo harían juntos y le hizo mucha ilusión. Harry le regaló una entrada para un concierto de Ed Sheeran en Londres. Casi muere en el acto, también le regaló una camiseta personalizada que ponía: Harry Styles is the best!

Sus hermanas le regalaron una chaqueta vaquera con tachuelas doradas y su madre le regaló un vestido precioso a juego de la chaqueta de sus hermanas. Era el turno de mi regalo.

Narra Paula

¿Qué? ¿De verdad? ¡No me lo podía creer! Con la boca abierta, los ojos como platos y su regalo en las manos, lo miré sin acabar de creérmelo.

-¿Te gusta? –preguntó.                                                                             

-¡¡¿Qué si me gusta?!! –pregunté la mar de feliz.- ¡¡¡Me encanta!!! ¡Dios, New York en invierno! ¡MADRE MÍA!       –moví las manos nerviosa.- ¿Sabes lo maravilloso que tiene que ser eso, en ese lugar, en esa estación del año y contigo? –grité y lo abracé fuerte. Le di miles de gracias y miles de besos.

Fuimos a mi casa ya que estaba cerca del restaurante. Mi madre se fue no sé donde, al poco, Liam, Zayn, Harry y Niall se fueron también y se llevaron a mis hermanas. Lou y yo nos quedamos en uno de los sofás, él estaba sentado y yo a su lado pero con mis piernas por encima de su regazo.

-Aquí no hace tanto frío como en Londres. Me gusta. –dijo poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja.

-Pues en Valencia hace menos todavía. –dije con una sonrisa al recordar el clima Mediterráneo.- Algún día podríamos ir tú y yo a pasar unos días en mi casa.

-Tal vez… cuando acabe con el tour y tenga vacaciones podemos ir unos días, si quieres. –pasó su brazo por mi cintura y me acercó más a él. Yo tenía su otra mano cogida y jugaba con sus dedos.

-Claro que quiero tonto. –le di un beso en la comisura de los labios.- Es lo único que quiero hacer. –sonreímos.- Ojalá ya estuviésemos a 2 de Diciembre.

-¿Sabes las ganas que tengo de estar a solas contigo en New York durante tantos días, solos tú y yo? –ladeé un poco la cabeza y sonreí.

-Muchísimas gracias por el viaje Lou. Es el mejor regalo que me han hecho nunca. –me dio un pico sonriendo.- Bueno, a parte de la Barbie que iba con su descapotable rosa que me trajo Santa Claus cuando tenía siete años. –soltó una carcajada.

-Y… hablando de Santa Claus y esas cosas… –empezó a hablar. Lo escuché atenta.- Nosotros nos vamos a NY el día 2 y volvemos a Londres el día 16. Yo tengo vacaciones hasta mediados de Enero más o menos. ¿Tú qué vas a hacer?

-¿En navidad? –pregunté y asintió con la cabeza.- Pues… había pensado en venir aquí a España.

-¿Durante toda navidad? –preguntó.

-Nooo… durante unos días solo.

-¿En mi cumpleaños estarás conmigo?

-¡Claro! –dije inmediatamente.- ¿Cómo no voy a estar en el 21 cumpleaños de mi Boo? –rió y me dio un beso en la mejilla contento.

-¿Qué días te vas entonces?

-Hmm… después de tu cumpleaños, por supuesto.

-Vale… -se quedó pensando mientras se mordía el labio.

-¿Qué que pasa?

-Mi madre me dijo el otro día que si querías ir a Doncaster a pasar la navidad con nosotros. Pero… -dijo alargando mucho la letra ‘’e’’.- No le dije ni que sí ni que no porque no sabía si vendrías a España o no. Supuse que querrías venir aquí a España para estar con tu familia y eso.

-Pues… -calculé los días más o menos mentalmente.- A ver. ¿Qué día iríamos y que día volveríamos?

-Hmm… el 23 iríamos y volveríamos cuando tú quisieras volver.

-Vale. –asentí con la cabeza.- Mi madre también me dijo de que vinieras unos días por eso de que quería conocer más a su yerno. –reímos.- ¿Quieres venir entonces?

-Claro, ¿Por qué no? –dijo divertido.- Sabes que yo me apunto a todo.

-Ohh claro, lo olvidaba. –dije divertida.- Entonces… ¿te parece bien venir aquí a Madrid hmm… -pensé que día.- el día… 27?

-Perfecto. –dijo enseguida.- Y así estamos en Londres hasta que vuelva al trabajo.

Aclaramos mejor los detalles y entre unas cosas y otras… acabamos acostándonos en mi cama.

-Lo bien que sienta esto después de tanto tiempo. –dijo dándome un beso en el hombro.

-¿Cuándo tienes que irte?

-¿Quieres que me valla ya? –dijo levantándose de la cama.

-¡No tonto! –hice que apoyara de nuevo la espalda en el colchón y me puse encima de él. Él reía al ver mi reacción.- Es por… -miré hacia un lado sonriendo tristemente.- hacerme a la idea de que te tienes que ir… -dije volviendo a mirarlo con la misma sonrisa.

Dejó de sonreír completamente, y moviéndose conmigo encima se sentó. Me incliné hacia delante y me apoyé en su hombro. El movió un poquitín la cabeza y me dio un beso en la mía mientras me abrazaba y al cabo de unos segundos dejaba sus manos entrelazadas en el final de mi espalda.

-¿Tú… sabes que te quiero mucho, verdad? –me preguntó con cautela.

-Supongo que sí.

-Pues no supongas y tenlo bien claro. –me dio un beso en la frente. Sonreí al instante al ver que descansaba sus labios en mi frente.

-¿Tú sabes que yo también te quiero mucho, no? –pregunté yo ésta vez.

-Yo sí que lo sé. Me lo dices y me lo demuestras siempre. –morí de amor al momento de escucharlo decir eso.- Y ahora, hecha nuestra declaración de amor por ambas partes, tú te preguntarás: ¿A que viene todo esto ahora? –automáticamente pensé: Algo no va bien entre nosotros y seguro que me deja, pero ¿después de acosarse conmigo?- Pues te lo digo yo ahora mismo. –levanté mi cabeza de su hombro y lo miré fijamente.- Esto viene porque te quiero dar las gracias por haber estado aguantando todo este caos. –fruncí el ceño.- Sí, todo lo que rodea mi mundo y el de los chicos. Gracias por no haber salido corriendo de mi vida cuando nos han seguido a todos lados cuando hemos ido a cualquier sitio, porque por culpa mía te atosiguen por Twitter y por todos lados, porque te sigan por la calle, porque los paparazzis te molesten… -suspiró.- por haber aguantado toda clase de comentarios en Twitter, que… aun que no me lo digas lo sé. Sé que te dicen miles de cosas malas, también sé que hay gente buena y simpática por el mundo que se alegran de que tú me hagas feliz a mí, -sonrió.- pero sé que es un grandísimo esfuerzo para ti el no contestarles a todas esas personas que te dicen de todo. Muchas gracias de verdad. –me acarició la mejilla.- Por todo eso y por no haberme dejado a pesar de todas esas cosas malas y a pesar de la distancia que, inevitablemente, tiene que haber entre nosotros. –salieron 38618236801 lágrimas de mis ojos.- Pero no llores cielo… -me secó las lágrimas con sus manos.- todo esto te lo digo porque a parte de que es verdad, es lo que creo. A demás, no tienes que llorar porque no quiero que la última vez que te valla a ver en muchas semanas llores. –sonreí intentando dejar de llorar y me besó. Un beso largo y salado a causa de mis lágrimas. Después de ese beso vinieron unos cuantos más.

Pegaron cuatro timbrazos largos y seguidos, nos sobresaltamos y nos separamos de golpe. Me levanté de encima de él y busqué mi ropa por la habitación. No estaba por ningún lado y Lou me lanzó su camiseta para que me la pusiera. Salí de la habitación y volvieron a llamar tres o cuatro veces más. ¡Dios! Abrí la puerta y ahí estaban los cuatro: Liam, Zayn, Niall y Harry.

-¿Tenéis algo en contra de mi timbre o es que le habéis pillado el tranquillo a llamar? –dije al abrir la puerta al ver que Zayn estaba con el dedo en el timbre para llamar otra vez.

-Huy, huy, huy. –dijo Harry mirándome de arriba a bajo. Iba en ropa interior y con la camiseta de Lou que me llegaba muy por encima de las rodillas.- Nos damos cuenta de que hemos interrumpido algo. –dijo entrando al piso seguido de los demás.

-¿Dónde están Alison y Helen? –pregunté al ver que no iban con ellos.

-Hm… -empezó a decir Niall.- Están bajo.

-Tranquila. –dijo Liam.- Me he asegurado bien y solo están hablando con una chica que se llama Cristina. –me hizo mucha gracia lo que dijo y la manera en la que dijo Cristina y sonreí.

-¿Cristina? –pregunté.

-Eh... sí. Eso han dicho. –dijo Zayn sentándose en el sofá, al lado de Niall.

-¿Os ha dado tiempo a daros amor o que? –dijo Harold alzando las cejas varias veces y sonriendo divertido.

­-Cállate Pelo Mocho. –le tiré un cojín que cogí del sofá mientras me reía.

-Primero: no soy Pelo Mocho. –se señaló el pelo con el dedo índice.- Segundo: os habéis dado amor ya que tu ropa está por todo el salón –señaló toda mi ropa por el suelo.- y por como vas vestida. –me señaló a mí de arriba a bajo.- Tercero: el ‘’pequeñísimo’’ chupetón que llevas en el cuello. –dijo haciendo las comillas en la palabra pequeñísimo.- Y cuarto: según me consta, mi Louis tenía muchas ganas de ti, así que… me imagino lo que habéis hecho. –finalizó con una sonrisa.

-Primero y último: no es TÚ Louis, es MÍ Louis. –me acerqué donde estaba toda mi ropa por el suelo y la recogí. Fui a la cocina y la puse en el canasto de la ropa sucia. Volví donde estaban ellos y me enrollé con la manta que había al lado de Niall. Me senté a su lado y le pregunté como estaba y eso. Me contó que había vuelto a llamar a Brit y que como otras tantas veces, no se lo cogió.

-Hombreeee. –chilló Harry.- Si tenemos aquí a la máquina del amor. –levanté la vista y vi a Louis en ropa interior. Los saludó mientras se acercaba a mí y yo me levantaba del sofá y me desenrollaba de la manta para taparlo a él también.- ¿Qué tal el rato? –le preguntó a Lou. Cogí otro cojín y se lo tiré otra vez.- Esto ya empieza a ser agresión eh. –dijo esquivándolo.

Estuvimos diciendo múltiples tonterías muy habituales en nosotros y enseguida se tuvieron que ir para hacer las entrevistas de radio. Los vería por la noche en el aeropuerto para despedirme. Antes de irse, Lou y yo entramos en mi habitación y le di su camiseta, yo me puse una de él que tenía por la maleta. Una que me dio antes de irse de promoción. También me puse un pantalón largo de pijama de color blanco.

Me senté en el sofá y me tapé con la manta en la que minutos antes estábamos Lou y yo. Cogí mi móvil y me puse a ver fotos de nosotros dos. Me quedé embobada viendo la de la fiesta de cumpleaños de Liam, una de las que nos hizo Stan. Escuché el sonido de la cerradura y al levantar la vista vi a Helen, Alison y Cristina. ¡MI CRISTINA!

-¡Paulaaaaa! –dijo entrando al piso. Me levanté del sofá corriendo y fui a abrazarla.

-¡¡No sabía que tú eras la Cristina que me había dicho Liam!! –dije espachurrándola.

-¿Liam?

-Uno de los chicos con el que nos has visto bajo. –le dijo Helen.

-En cuanto me he enterado que estabas en Madrid he venido a verte. –dijo mientras nos sentamos en el sofá.

-¿Y cómo sabes que estoy aquí?

-Hace un rato mi madre ha visto a tu madre no se donde y se lo ha dicho, y cuando ha vuelto a casa me lo ha dicho y he venido para aquí en cuanto he podido. –sonreí contentísima y nos volvimos a abrazar.

Estuvimos hablando un buen rato y le dijimos que se quedara a cenar con nosotras. Aceptó encantada y nos volvimos a poner al día de como nos estaba yendo. Nos conectamos a Skype y hablamos con las chicas e Izan. Se pusieron súper contentísimas de verla. Desde que vivíamos en Londres no habíamos sabido mucho. Aunque bueno, aun así hablábamos. Poco pero hablábamos.

Cristina es nuestra súper amiga. Se fue a vivir a Madrid por el trabajo de su padre. No se vino a Londres con nosotros porque no quería dejar a su novio aquí en España.

Mientras hablábamos por Skype nos contó que hacía un mes más o menos, él la dejó porque ‘’se agobiaba’’.

-¿De verdad? –preguntó Mireia.

-Sí…

-¡Pero ese tío es un capullo! –dijo María.

-Ahora lo que tienes que hacer es venir a Londres con nosotros. –le dijo Izan.

-¡Sí! –dijimos al unísono las chicas.

Estuvimos unas horas más hablando hasta que nos pusimos a preparar la cena. Cenamos muy pronto para poder ver tranquilas El Hormiguero.

-¡Corre Alison! –le gritó Helen para que viniera a sentarse ya.

-¿Queréis? –nos dijo cuando se sentó. Llevaba un bol grandísimos lleno de palomitas.

-No vamos a ver una película ehh. –le dije.- Solo es un programa.

-¿Queréis o no?

-Yo no. –dije.- Es que acabamos de cenar y no tengo hambre.

-¡Yo sí!

-¡Y yo!

El programa fue fantástico. Se comportaron tal y como son: niños. Jajajaja. Nada más acabar Lou me llamó para decirme que mejor que fuese al hotel que al aeropuerto. Me dijo que también fueran mis hermanas si querían. Yo le dije que estaba con Cris y dijo que fuera también, que no pasaba nada.

Fuimos a la hora que nos dijo Lou y estaba llenísimo de gente. Mis hermanas no paraban de presumir cuando un chico de seguridad nos entró al hotel. Nos dijo que Lou le había pedido que nos esperara fuera ya que no dejaban entrar a nadie.

A las once y cuarto los chicos llegaron al hotel. Se pararon unos minutos a firmar a las fans fuera y entraron. Fangirleamos un poco mientras Cristina charlaba con Liam y Niall. Cris no los conocía mucho. Solo desde que salían con nosotras. Harry se burlaba de nosotras mientras Zayn y Lou hablaban con el recepcionista. Harry me abrazó diciéndome lo mucho que me iba a echar de menos. Acabé soltando alguna que otra lágrima.

Cuando Zayn y Lou volvieron con nosotros nos dijo que subiéramos a la habitación para que los fans no nos vieran desde el cristal de las puertas.

Estuvimos media hora con ellos y enseguida tuvieron que irse. Nos despedimos y volvimos a casa. Bueno, Cris se fue a la suya. Cuando volvimos mi madre ya estaba ahí. Les contamos como estuvo el programa y que habíamos ido al hotel a despedirnos. Yo también le conté los planes que Lou y yo teníamos para navidad y le pareció bien. Al día siguiente había quedado con Cris para pasar el día juntas, y ya de paso convencerla para que se viniera a Londres con nosotros.