Narra
Paula
-Nada,
nos han preguntado qué había pasado y quién éramos nosotros. Pero
que no ha sido grave.
Suspiré
y me senté en un hueco que vi libre, a varios metros de ellos.
-Hola
-miré a Henry que se acababa de sentar a mi lado.
-Hola.
-He
sido yo, Harry me acaba de contar los planes de esta mañana pero te
juro que no tienen nada que ver. Es más, Lou estaba comprando
bebidas para nosotros, ni siquiera estaba. A demás, se ha puesto
como un loco cuando ha visto la situación... No paraba de decir que
lo ibas a matar blablabla.
-¿De
verdad?
Asintió
con la cabeza y sonreí a medias.
Henry
volvió a su sitio anterior. Miré a Lou y vi que estaba viniendo
hacia aquí.
-¿Puedo?
-Claro.
Se
sentó de lado para mirarme.
-Oye
Lou, siento ser paranoica pero estaba preocupada por Víctor y cuando
Harry me lo ha contado me he imaginado lo peor. Ahora sé que no
habéis tenido nada que ver. Siento haber pensado eso...
-Shh
ya está, es normal que lo pensaras... pero te prometo que no le va a
pasar nada. En un rato los médicos le darán el alta. Ya verás
cariño.
Me
abrazó y me dio un beso en la sien. Nos quedamos así un rato, cosa
que agradecí.
-¿Has
cenado? -preguntó.
Negué
con la cabeza y se levantó, tendiéndome la mano para que la
aceptara.
-Vamos
a la cafetería, no podéis estar sin comer.
Nos
acercamos a los demás para decírselo y Mireia vino con nosotros a
por algo de comida para ella, Harry y Henry. Subió con ellos y
nosotros dos nos sentamos en una mesa lo más escondida posible.
-Esto
está terriblemente asqueroso... -dijo con cara de asco
removiendo su plato con el tenedor.
-Lo
mío está aceptable para ser del hospital. Toma, coge de mi plato
-tendí el plato en medio de los dos para que pudiera coger él
también.
-No,
vosotras sois dos, tienes que comer más -arrastró el plato
hacia mi-. Ahora vengo.
Se
levantó y aproveché para llamar a Cris y contarle lo ocurrido.
Antes de colgar Lou llegó con varias cosas de la máquina
expendedora y empezó a comer. Terminé de hablar y quedamos con que
la cena sería el viernes que viene.
-¿Has
dejado algo en la máquina? -reí viendo todo lo que había
comprado.
-No
tenía más suelto -se encogió de hombros y empezó a abrir
lo que había comprado-. Deja eso y come de lo
que hay aquí porque estoy seguro que es cien veces mejor haha.
Hice
caso y cogí de lo que había traído. Había una gran diferencia
hahaha.
Cuando
terminamos subimos con los demás y nos contaron que el médico ya
había salido y les había dicho que Víctor estaba bien, sólo había
sido el golpe así que le saldría chichón y que en una hora le
darían el alta ya que tendría que estar un rato más en
observación.
Entramos
a verlo y estuvimos ahí hasta que pudimos irnos a casa. Harry volvió
con Mireia en el coche de ella y yo en el de Lou con Víctor y Henry.
Al
día siguiente, mi padre se volvió a España con su actual familia y
mis hermanas sí vinieron al aeropuerto al final. Después de eso
pasamos la mañana juntas.
El
viernes siguiente llegó. Estábamos en casa de Niall y Cris todos.
Era la celebración por Jane, según todos hahaha.
-¡¡Ahora
los regalos!! -gritó María emocionada.
-¿Qué
regalos?
-¡Paula!
¡Los regalos! -me gritó Zayn imitando a su chica
hahahahahahaha.
-¿Eso
no es en la baby shower según tengo entendido sobre la
experiencia con mi madre? Hahahaha.
-Pero
como eso es solo de chicas... hemos pensado en nosotros -dijo
Liam.
-Claro,
así que hoy van los regalos de nuestra parte -comentó Harry
trayendo bolsas en las manos.
Empezamos
a abrir las bolsas y cajas emocionados, eran cosas tan pequeñitas y
juguetes tan coloridos y bonitos... aissss. Tenía una familia que no
cambiaría por nada.
-Chicos,
la tarjeta es preciosa -dijo Lou mirando a todos con la
tarjeta en la mano.
Nos
habían regalado una tarjeta super bonita en la que ponía ''La vida
es una copa y se vive gota a gota hasta el final. Ahora Jane será
vuestro principio y final.'' Había sido un gesto precioso que me
hizo soltar alguna que otra lágrima. La habían firmado con sus
iniciales los cuatro.
Los
días pasaban... y pasaban...
Narra
Louis
-Mamá,
no va a pasar nada. Tiene 19 años recién cumplidos.
-Hijo,
cuando Jane se haga mayor verás lo difícil que es tomar esta clase
de decisiones.
-Bueno,
poco a poco, primero que nazca. Ahora, deja a Lottie irse de casa.
-¿No
entiendes que es inmadura para la edad que tiene?
-Como
tú -me chinchó Paula.
Rodé
los ojos.
Estábamos
mi madre, Paula, Ernest, Doris y yo en una cafetería cerca de casa
de mamá, en Doncaster.
-Por
eso mismo mamá, enseguida querrá volver con vosotros porque no sabe
ni hacerse un huevo frito. Déjala que se dé cuenta ella misma de la
locura que quiere hacer.
-¿Locura?
-Quiero
una locura.
Preguntaron
Doris y Ernest.
Doris
estaba en mi regazo y Ernest en el de mamá. Estaban en la edad de
preguntar TODO y así estaban todo el día haha.
-¿Por
qué me llamo Doris?
-Porque
mamá y papá lo decidieron así -dijo Jay.
Nosotros
reíamos ante tal interrogatorio haha.
-¿Y
yo?
-Por
la misma razón hahaha.
-Venga,
tenemos que irnos o llegaremos tarde -dijo mamá levantándose
con Ernest en brazos.
-¿Dónde
vamos? -preguntaron los dos al mismo tiempo.
-A
un sitio muy bonito, ya veréis en un rato.
Teníamos
que llevarlos al dentista, ya verían lo divertido que sería ya...
hahaha pobrecillos. Aunque bueno, era una simple revisión.
-¡No!
¡No quiero que ese señor me abra la boca! -gritó Doris
Paula
y yo estábamos en la sala de espera y mamá estaba dentro con los
gemelos.
-Voy
a echar una mano dentro... -me levanté, le di un beso a mi
chica en la sien y entré en la consulta donde mis pequeños hermanos
y mi madre estaban.
-¡Doris!
-gritó mamá para llamarle la atención.
-¡Mamá,
ese señor me quiere hacer daño!
-Doris
-dije al entrar-, no van a hacerte daño
pequeña. El Dr Sullivan me conoce desde que tenía tu edad, no va a
pasarte nada.Sólo siéntate y abre la boca -dije con dulzura
para calmarla.
-No...
-Doris...
¿confías en tu hermano mayor? -pregunté arrodillándome a
su lado.
No
levantaba la cabeza.
-Vamos
a estar aquí contigo. Si te hace el más mínimo daño gritas y yo
me encargo ¿De acuerdo pequeña? -sonreí para darle
confianza.
-Vale...
pero quédate a mi lado -me cogió la mano.
-Vamos
-me levanté sin soltarle la mano y fuimos hasta el asiento.
La
senté allí y me puse al otro lado para no molestar al Dr Sullivan.
Doris me cogió la mano y la apretó fuerte nada más decirle el
hombre que abriera la boca.
Después
le tocaba el turno a Ernest, pero al ver que a su hermana no le
habían hecho ni una pizca de daño no puso ningún problema.
Estuvimos allí dentro metidos un buen rato y cuando salimos vimos a
Paula hablando con una chica de su edad. Hablaban de embarazos y de
bebés.
-¡Yo
estoy de dos meses y medio y estoy como loca! -dijo la chica
levantando los brazos emocionada.
Paula
sonrió y al levantar la vista me vio y sonrió más todavía. Me
acerqué hasta ellas con Doris en brazos y Paula se levantó.
-Este
es Louis, mi prometido -le di la mano a la chica y luego le
pasé el brazo libre a Paula por su baja espalda.
-¡Te
conozco! ¡Por eso me sonaba tu cara! Hahaha. Yo soy Diana
-reí al ver su entusiasmo haha-. Veo que ya
vais por el segundo -señaló a mi hermana pequeña la cual
escondía su cara en mi cuello.
Estaba
cansada y quería dormir.
-¡Oh,
no, no! Es la hermana pequeña de Louis haha.
-¿Hermana
pequeña?
-Sí,
ella y él -señalé a Ernest- son mis
hermanos pequeños.
Mamá
y Ernest estaban en el mostrador hablando con la secretaria, a unos
metros de nosotros.
-Vaya,
qué jóvenes... yo siempre he querido un hermano pero nunca llegó
haha.
Nos
despedimos de Diana y salimos del dentista los cinco.