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martes, 19 de febrero de 2013

CAPÍTULO 75



Narra Paula
Por la tarde, mientras esperábamos a que el resto viniera, decidimos estar descansando para poder estar al cien por cien esa noche.
En un sofá estábamos Lottie, Lou y yo, en el otro sofá estaban Harry, Fizzy y Daisy. Phoebe estaba haciendo la croquetilla por el suelo todo el rato. Lou se durmió mientras veíamos American Dad.

-¿Os parece si le pintamos la cara a Boo? –preguntó Harry con su mirada perversa.
-Síiiiii, síiii. –dijeron emocionadas.
-Pero Shhhh, -hice el gesto de silencio.- no hagáis ruido que si no puede despertase.
-¿Tenéis un rotulador negro? –preguntó Harold.
-Sí, ahora lo bajo. –dijo Lottie.

A los quince minutos Lou se despertó, menos mal que nos dio tiempo a pintarle la cara Jajajajaja.
Al poco llegaron todos los demás. Cuando le vieron la cara a Lou se rieron mucho e incluso hicieron comentarios graciosos que él no entendía, lógicamente Jajajajaja.

-Como se nota que ya tienes 21 ehh… -le dijo Zayn.- Si hasta te ha crecido el bigote y todo. –todos nos descojonábamos y él nos fruncía el ceño a todos hasta que decidió mirarse en un espejo.
-¡SOIS TODOS UNOS CA…
-¡CAMPEONES! –dije yo antes de que pudiera acabar la frase.- Lou, hay niños delante… -dije mirando a las gemelas.

Y así siguió la tarde. Llegó la hora de arreglase y esa casa era un completo caos. Íbamos todos de un lado para otro arreglándonos. Y encima éramos muchas chicas.
A las ocho y media salimos de casa. En unos quince minutos más o menos llegamos al local.

Narra Louis
Al llegar a la fiesta saludé a todos y me iban felicitando, habían familiares míos que las chicas e Izan no conocían, así que los presenté, igual que con mis amigos.
Al rato de estar allí nos sentamos y nos sirvieron la cena. Mis abuelos no paraban de preguntarle cosas a Paula, ella le contestaba encantada a todo. La cena iba estupendamente, todos comíamos y bebíamos entre risas. Llegó la hora del postre y sirvieron la tarta. ‘’¡Menuda tarta más buena!’’ según Paula, jajajaja. Los chicos me dieron sus regalos, luego por orden me los fue dando el resto.
Al acabar de abrir todos los regalos y comer la tarta pusieron música. Nos pusimos a bailar y a divertirnos.

-Voy a sentarme un rato. –me dijo Paula. Me dio un pico y fue hasta la mesa donde habíamos cenado, ahí estaba Cris y Harry sentados.

Narra Paula
-¿Ya te has cansado? –me preguntó Harry nada más sentarme a su lado.
-Un poco, ¿y vosotros? –dije mientras me servía agua en un vaso.
-Yo sí, es que Mireia me agota bailando. –dijo riendo.
-Yo es que no puedo más con estos tacones. –dijo Cris señalando sus tacones.

Estuvimos un rato más hablando los tres, Cris nos contó que las cosas con Niall iban súper bien, pero que no creía que fuesen más que amigos algún día. Harold y yo la animamos a que tuviese un poco de paciencia, ya que no hacía mucho lo había dejado con Brit y todavía estaba un poco plof.

La noche pasó muy rápida. Los chicos se quedaron a dormir en casa de Lou porque habían bebido y no queríamos que volviesen a Londres sin dormir ni nada.
Al día siguiente, sobre las ocho de la mañana todos volvieron a Londres, sus familias iban a pasar las Navidades allí con ellos, incluso las familias de las chicas e Izan.
Nosotros nos quedábamos aquí hasta el día siguiente, que volábamos a Madrid a pasar unos días.

-¡Louis! ¡Paula! –dijeron unas pequeñas voces saltando alrededor nuestra.- ¡Levantaros ya! ¡¡Ha venido Santa Claus!!
-Venga vamos… -dijo Lou levantándose mientras bostezaba.

Las niñas salieron de la habitación gritando emocionadas mientras nosotros nos levantábamos de la cama.

-Feliz Navidad. –dijo con una sonrisa acercándose a mí.
-Feliz Navidad. –lo rodeé por el cuello y nos fundimos en un dulce beso.
-¡Pero vengaaaa! –dijeron las gemelas tirando de nuestros brazos.- ¡Es que si no estamos todos papá y mamá no nos dejan abrir los regalos! –dijo Daisy.

Bajamos a rastras de las gemelas y vimos que allí estaban todos tirados junto al árbol con sus regalos al lado. Todavía había cuatro bajo el árbol. En dos ponía Lou y en los otros dos Paula. 

Cada uno fue abriendo sus regalos, a todos nos encantó lo que teníamos. Lou me regaló una cámara nueva, ya que la mía hacía cosas raras. Se apagaba y encendía sola y las fotos las hacía como le daba la gana a ella. Yo le regalé la Play 3 con el juego de fútbol. Le hizo muchísima ilusión. Parecía un niño pequeño Jajajajaja.
Después de abrir todos los regalos, nosotros dos tuvimos que recoger nuestras cosas para volver a Londres. Cogíamos un vuelo a las seis para ir a Madrid.

-Uff, ya estamos aquí. –dije apoyándome en su pecho. Estábamos en un taxi camino a casa de mi madre y mis hermanas.
-Qué día más ajetreado. –dijo después de darme un beso en la cabeza.

Cuando llegamos a casa de mi madre mis hermanas estaban preparando la cena. Que amables ellas jajajaja. Se alegraron mil de vernos. Dejamos nuestras cosas en mi habitación y volvimos a la cocina con ellas para ayudarlas. Acabamos de cenar y mi madre llegó a casa. Estuvimos bastante rato poniéndonos al día y también nos dimos los regalos de navidad. Lou y yo estábamos cansados así que nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente nos levantamos sobre las diez. Desayunamos y nos fuimos de paseo por Madrid. Así pasamos los días que estuvimos allí en Madrid. Cuando volvimos a Londres celebramos fin de año con los chicos. Lo hicimos a lo grande, yendo a una súper fiesta. Lo bueno de todo eso es que Niall y Cris ya tonteaban más. ¡Menos mal! Todos nos alegrábamos mucho por esa GRAN noticia.

Estábamos a dos de Enero. En esos instantes estábamos Lou y yo en su casa, vagueando en un sofá mientras jugábamos a la Play. Estábamos jugando desde hacía horas, estábamos muy picados jugando a fútbol.

-¡Yo no juego más! –dijo dejando el mando a un lado y cruzándose de brazos.
-JAJAJAJAJA ¡pero no te enfades! –dije poniendo pausa y sentándome más cerca de él con las piernas por encima de sus rodillas.- Todo el mundo sabe que soy más buena que tú jugando a esto… -le di un pico y él ni se inmutó. Yo reí.- no sé por qué has accedido a jugar otra partida sabiendo que te iba a ganar. –continuó callado.- JAJAJAJAJA.  
-Yo no juego más. –dijo al fin.
-Tú verás… -quité la pausa.- pero yo voy a seguir. Yo de ti jugaba… -me miró alzando las cejas.
-¡Te voy a ganar!  -dijo quitando mis piernas de sus rodillas y cogiendo el mando.

Empezamos a jugar de nuevo entre muchísimas risas más. Me ganó. Quedamos 2-4.  Dejamos de jugar y nos pusimos a ver la tele.

-¿Te apetece que salgamos a cenar o algo? –me preguntó.

Estaba sentado en el sofá y yo tumbada apoyando las piernas en sus rodillas mientras él me hacía suaves cosquillas en ellas.

-Es que no tengo nada decente que ponerme… -sólo había traído a su casa el pijama que me regaló su familia para Navidad (un onepice con capucha que era como si fuese un oso. A él le regalaron uno igual.) y el chándal que llevaba puesto.
-Si vivieras aquí solo tendrías que subir arriba y cambiarte.
-Ya, pero no vivo aquí.
-Sí, lo sé. –dijo y suspiró. Lo miré para que siguiera hablando. Me miró durante unos segundos seriamente.- Solo digo que podrías venir aquí a vivir. -¿qué?- O incluso que podríamos irnos a vivir juntos a otro sitio, no hace falta que sea en esta casa.
-Estás loco. –dije como si nada volviendo a fijar la vista en el televisor.
-Lo que sea, pero solo quiero que vivamos juntos. –dijo muy serio. Se incorporó mejor en el sofá y siguió mirándome.- Paula. –me llamó. Lo miré y seguí sin decir nada.- ¿Quieres que nos vallamos a vivir juntos?
-¿Y cuándo te vallas de gira que hago?
-Si no quieres no pasa nada… -dijo volviendo la vista a la tele.
-Lou… -dije levantándome y poniéndome más cerca de él.
-No pasa nada Paula, lo entiendo. –dijo sonriéndome.
-No Louis, sí que pasa. –dije ladeando la cabeza y quedándome en silencio unos segundos. Él me miraba atentamente.- Sí. Sí que quiero irme a vivir contigo. –dije al fin.- Aquí, en otro sitio, en tu coche, debajo de un puente… donde sea. –se quedó unos segundos mirándome sin decir nada hasta que al final sonrió y con un gran entusiasmo se acercó a mí y me dio miles de besos como si la vida se le fuera en ello.

A los minutos de estar así, cuando iba a quitarle la camiseta, me cogió de las muñecas para que parara. Lo miré con cara de ‘’¿Qué haces? ¿Por qué me paras?’’. Se despegó de mí levantándose del sofá y se inclinó. Me cogió en brazos y me llevó hasta su habitación entre múltiples besos desatados, como cuando los recién casados entran en su casa por primera vez.
[]

CAPÍTULO 74

Quiero comentariooooooooooos... GRACIAS AMORCILLOS MÍOS! 
Aquí os dejo DOS capítulos. 
Mientras yo iré escribiendo para que no me matéis por la tardanza. 

OS LOVEO



Narra Paula
-¿Has cogido todo? –me preguntó Lou por 8274195 vez.
-Síiiii. Todo. –dije abrochándome el cinturón del coche.
-¿Segura? –preguntó mientras ponía la llave del coche en el contacto. Lo miré y entrecerré los ojos. Sonrió y arrancó sin decirme nada más sobre ese tema.- ¡Doncaster, allá vamos! –dijo feliz. Yo sonreí de ver lo contento que estaba.

Estábamos a 22 de Diciembre, e íbamos de camino a Doncaster, para celebrar su cumpleaños y estar allí hasta el día 26.
Tras casi tres largas horas llegamos.

-¡Ya estamos en casa! –dijo extra feliz cuando aparcó delante de una casa muy grande.
-¿Es ésta tú casa? –pregunté desabrochándome el cinturón. Asintió la mar de contento.- Es muy bonita y muy grande.

Bajamos del coche y antes de poder hacerlo, las niñas y su padre ya estaban fuera de la casa abrazándonos y dándonos muchísimos besos.

-¿Dónde está mamá? –preguntó Lou una vez dejado todas nuestras cosas en su habitación. Me enseñó la casa de arriba abajo, y sin perderse ningún detalle jajajaja. Esa casa era preciosa.
-Ha ido a comprar al supermercado. –dijo su padre.
-¿Al de siempre? –su padre asintió.- ¿Te apetece dar un paseo? –me preguntó. Acepté y fuimos en coche hasta un supermercado.

-Cariño, mañana por la mañana te llevo de tour por todo esto. –dijo sonriéndome, refiriéndose a Doncaster.

Íbamos cogidos de la mano por el parking caminando hacia el supermercado. Íbamos a entrar.

-Estoy deseándolo ya. –dije dándole un beso en la mejilla mientras andábamos.
-Hmmm, a ver… -dijo mirando por un pasillo. Ya estábamos dentro.- Tiene que estar por aquí. –tiró de mí y me llevó por otro pasillo. Andamos unos minutos más por el supermercado. -¡Mamáaaaaa! –gritó Lou soltándome de la mano y yendo súper rápido hacia ella.

Jay, al escuchar aquello, levantó la mirada y cuando lo vio tiró por los aires el paquete de servilletas que llevaba en las manos y fue hacia él.
Se abrazaron y se dieron muchos besos y luego vinieron hacia donde yo estaba observando aquella escena tan bonita y saludé a Jay.

-¿Cuándo habéis llegado? ¿Por qué no nos habéis avisado? ¿No veníais mañana? ¿Y… cómo sabéis que estaba aquí? –dijo todo seguido y súper emocionada sin poder creerse que estuviéramos delante de ella.
-Tranquila, tranquila. –dijo Louis abrazándola de nuevo.- Hemos llegado hace una hora o así. Decidimos venir hoy porque así estábamos un día más. Y le he preguntado a papá que donde estabas y hemos venido. –finalizó con una de sus increíbles sonrisas.
-¡Hay madre! –dijo Jay viniendo a abrazarnos a los dos de nuevo.  

-Por aquí mamá. –djio Louis andando por el parking mientras llevaba el carro de la compra.

Cuando llegamos a casa dejamos la compra en la cocina y ayudé a Jay a hacer la cena mientras Louis estaba con sus hermanas y su padre en el salón.

Al día siguiente
-Venga dormilona, levanta. –me despertó Lou delicadamente.
-Hmmm…
-Son las nueve y media ya, venga. –me acarició un brazo.
-Vale, vale. –dije reincorporándome en la cama y bostezando.
-Voy preparando el desayuno mientras te arreglas. –me dio un beso y salió de la habitación.

Narra Louis
-Enana, ¿qué haces? -al salir de la habitación vi a Phoebe agachada mirando por las escaleras.
-Shhhh. –me dijo poniéndose el dedo índice sobre los labios, haciendo un gesto para que me callase.- Estoy jugando al escondite con Daisy. ¿Tú que haces?
-Bajo a preparar el desayuno, ¿me ayudas?
-Emm, -dudaba.- vale, pero si haces tortitas.
-Está bien. –me acerqué a ella y se subió a caballito.

Después de desayunar decidí llevar a Paula a que visitara Doncaster.

-Mira, ahí conocí a Stan. –dije señalando un parquecito al lado del colegio.- Ese era mi colegio, y ahora el de mis hermanas. –dije feliz mientras le enseñaba todos los rincones de Doncaster.- Ahí me caí y me hice un esguince, y allí era donde me reunía con mis amigos por las tardes. Aquí es donde mi padre me traía para que jugara con mi coche teledirigido cuando era muy pequeño.

Después de llevarla por todo Doncaster, fuimos a casa de Stan y le presenté a Paula. Comimos allí y después volvimos a casa. Sobre las cinco y media, fui con mi padre al local donde se celebraba mi cumpleaños para ultimar los últimos detalles. ¡Todo tenía que salir perfecto! Cuando volvimos a casa, pasamos la tarde y por la noche cenamos y nos fuimos a dormir.

Narra Paula
A la mañana siguiente, me desperté y sin hacer ruido para no despertar a Louis bajé a la cocina, donde estaban su madre y sus hermanas. La noche anterior quedamos en prepararle a Louis un súper desayuno.
Cuando lo preparamos todo lo subimos a su habitación y lo dejamos en el escritorio. En silencio, sin hacer el más mínimo ruido fuimos a la habitación de Fizzy y cogimos todos los globos hinchados que había por el suelo. Los habíamos hinchado por la noche, cuando Lou se durmió.
Los esparcimos todos por su habitación. Le hice una foto que salía él tumbado en la cama y todo a su alrededor lleno de globos. La subí a Instagram. ‘’Feliiiiiz 21 cumpleaaaños babe <3’’
Llamamos a su padre para que viniera y cuando vino empezamos todos a cantarle cumpleaños feliz. Se despertó perezosamente y cuando nos vio a todos ahí y vio que toda la habitación estaba llena de globos, se levantó de la cama y vino a abrazarnos. Cuando todos lo felicitaron y todas esas cosas salieron de su habitación y nos quedamos los dos ahí.

-¿Has visto cuánto globo? –dije cogiendo uno del suelo mientras sonreía.
-Sí… -dijo riendo mientras miraba toda la habitación.- ¿Cuántos hay? ¿Más de treinta?
-Cuarenta y seis para ser exactos. –dije tirándole a la cara el globo que antes había cogido del suelo.- Ahora a desayunar y luego te doy tú regalo. –dije acercándome al escritorio donde estaba la bandeja llena de comida.
-OMG que bueno. –dijo devorando la comida con los ojos.

Narra Louis
-Cierra los ojos. –lo hice pero cuando se giró para ir hasta su maleta los abrí.- ¡No seas tramposo! –dijo viniendo hacia mí. Me tapó los ojos con cuidado y antes de irse me dio un pico. Esta vez no los abrí.- Ya. Ábrelos. –los abrí y me extendió una bolsa. La cogí.
-No hacía falta que me rega…
-Ábrelo renegón. –me interrumpió.

Miré en el interior de la bolsa y había algo enrollado. Lo desenvolví rápidamente y madre mía.

-¿Cómo lo sabías? –dije contentísimo mientras miraba la chaqueta.
-Un pajarito que antes tenía un mechón rubio en el pelo me lo dijo.
-¡Me encanta! –me acerqué a ella en cero coma y la llené a besos todo lo que pude y más.

Me había regalado una chaqueta vaquera con borreguito por dentro que cuando fui con Zayn a por el regalo de cumpleaños de Paula (allí en Madrid) la vimos en un escaparate, pero no pudimos entrar porque había muchas fans alrededor nuestro e íbamos con prisa. La mía la había perdido en algún hotel cuando estábamos de gira.

Bajamos y les enseñé a todos la chaqueta, después me dieron ellos el resto de regalos. La mañana iba pasando mientras yo contestaba por Wpp a la gente que me felicitaba.

Narra Paula
Después de abrir todos los regalos nos pusimos a ver la tele, al rato su padre fue a no sé dónde con su madre, Lottie fue a casa de su novio y Fizzy fue a casa de unos amigos, justo al lado.
De mientras, Lou subió a ducharse y yo me quedé con las gemelas viendo La Sirenita en su habitación.
Llamaron al timbre.

-Cariño, abre tú por favor. –me dijo Lou desde la ducha.
-Ahora subo pequeñas. –les dije a las gemelas. Salí de la habitación y mientras llegaba a la puerta principal volvieron a llamar.

-¡¡Harryyyy!! –dije al abrir la puerta.
-¡¡Pero si es mi Pijaaa!! –nos abrazamos y nos dimos dos besos.
-¡Haaarryyyyy! –gritaron las gemelas mientras bajaban por las escaleras.
-¡Enanaaaas! –dijo él agachándose y abrazándolas.- ¿Cómo estáis?
-¿Dónde está tu novia? –preguntaron al mismo tiempo. Harry y yo reímos.
-Viene esta tarde con todos los demás.
-¿Van a venir Niall, Liam y Zayn también? –preguntaron contentas.
-Claro, vamos a celebrar el cumple de Boo esta noche, y también viene Danielle, María, Izan, Rocío y una chica que no conocéis que se llama Cristina.

Sí, Cris también venía. Llevaba un poco más de dos semanas viviendo en Londres, en casa con nosotros. Logramos convencerla de que viniera a vivir allí con nosotros ya que lo había dejado con su ex y la única razón por la que no vino desde el principio era por no dejarlo allí.

Con todos se llevaba estupendamente, sobre todo con mi Furby. La verdad que Niall estaba un poco cerrado en banda desde que Brit volvió a España, pero todos le dijimos que era hora de olvidarse de Brit y empezar a conocer a otras chicas. Él tenía a millones de chicas detrás de él que merecían la pena, y no por un simple fracaso amoroso tenía que cerrar las posibilidades a rehacer su vida.

A lo que iba, desde que Cris estaba en Londres había quedado con Niall en múltiples veces. Se llevaban estupendamente, y… ¿por qué no podría ser ella la princesa que haga feliz a tal príncipe? El destino lo decidirá.

sábado, 2 de febrero de 2013

CAPÍTULO 73



I'M BAAAAAAAAAACK POLLITOS MÍOS
Aquí os dejo el capítulo 73, ESPERO QUE OS GUSTE (:
El siguiente no tengo ni idea de cuando lo subiré :|
Como dije en el Paréntesis, la próxima que subiera cap haría maratón, pero eso será para la próxima vez que suba. Subiré dos o tres de golpe :)
Espero tener comentarios en este cap, es importante para saber si os sigue gustando la fic o no. 
Y antes de irme, una última cosa. Os recomiendo una fic que está empezando y es muy buena, también es de One Direction, lógicamente jajajaja.
Aquí os dejo el link.
http://nopuedoevitarmirarte.blogspot.com.es/
                                                                                                                        
OS LOVEEEEEEEEEEEEO



Narra Louis
Me desperté con un dolor de cabeza INCREÍBLE, me levanté de la cama y entré en el baño para darme una ducha. Cuando salí eran las 9:05 y Paula no estaba en la habitación, cuando me levanté tampoco estaba. Abrí la maleta y me puse un pantalón de chándal con una sudadera. Cogí el móvil, mi llave de la habitación y el tique del desayuno y salí de la habitación. Mientras bajaba por el ascensor me puse la capucha de la sudadera en la cabeza y las manos las metí en el bolsillo. Cuando salí del ascensor me dirigí al bufet. Nada más cruzar la puerta la cabeza parecía que iba a reventarme. Ahí había muchísimo ruido. Eché un vistazo por encima para ver si había alguien que conocía o algo. Encontré a Paula, Danielle, Niall, Izan, Liam y  Zayn. Me acerqué a ellos a mi ritmo y cuando llegué me senté entre Paula y Niall. Me puse a desayunar mientras ellos me esperaban, ya que ellos llevaban ya media hora allí. Durante el desayuno no hablamos prácticamente nada, ninguno tenía ganas. Habíamos dormido súper poquísimo y estábamos reventados.

-Entonces ¿dentro de dos horas aquí? –le preguntó Zayn a Paula cuando estábamos en el pasillo.
-Vale. –dijo ella con una sonrisa.
-¿Dentro de dos horas qué pasa? –pregunté.

Me contó Paula que habían quedado para ir a hacerse el tatuaje, ese que Zayn le dijo que era su regalo de cumpleaños. Mientras Zayn y Paula hablaban de eso Harry salió de su habitación con cara de zombi para bajar a desayunar. Al final de todo, íbamos a hacernos un tatuaje Zayn, Paula, Harry y yo. Sí, Harry y yo nos apuntamos.

-Tengo mucho sueño… -dijo Paula tumbándose en la cama.
-Yo también. –dije tumbándome a su lado.- ¿Tienes algo para el dolor de cabeza? –le pregunté poniéndome las dos manos en la frente y cerrando los ojos.
-Sí, siempre tengo. –se levantó de la cama y de su neceser sacó una caja de pastillas, cogió una y me la dio junto una botellita de agua.
 -Gracias cariño. –me tomé la pastilla y pusimos la alarma para dentro de una hora y media. Íbamos a dormir un poco más.

Tres horas y media más tarde
-¡¡Me encanta!! –dijo Paula emocionada mientras se miraba el tatuaje en un espejo. Se había tatuado la fecha de nacimiento de su hermano Chris detrás, en el cuello.
-¡¡Y a mí el mío!! –dijo Harry mirándose el suyo al lado.- ¡Chócala Pija! –dijo emocionado. Paula igual de emocionada que él le chocó la mano.

Cuando salimos de la tienda había fans en la puerta, es más, mientras nos hacían los tatuajes nos hicieron fotos desde fuera, tuvimos que llamar a los de seguridad para que vinieran a por nosotros.
Nada más llegar al hotel fuimos a comer, nos estaban esperando todos ya en el bufet. Cuando comimos salimos cada uno con su familia, ya que se iban dentro de unas horas y queríamos estar con ellos. Mis padres, mis hermanas, las de Paula, y Paula y yo fuimos a Central Park Zoo. Estuvimos allí hasta que se hizo la hora. Fuimos al hotel a por todas sus cosas y los llevamos al aeropuerto a la hora prevista. Alison y Helen cogían un vuelo diferente, que iba directamente a Madrid. Salía dos horas más tarde. Cuando volvimos al hotel, subimos a nuestra habitación y nos pusimos a ver todas las fotos que Paula había hecho ese día. También las del MSG.

-¡Mira ésta foto! –dijo sonriendo mucho.- Es preciosa. –era una foto que salía yo con mi madre, ella salía dándome un beso en la mejilla.- Y esta también, es muy bonita. –era otra que salía yo con mis hermanas.

Mientras seguíamos tumbados en la cama viendo las fotos llamaron a la puerta.

Narra Paula
-Ya voy yo Lou. –dije levantándome de la cama y yendo hacia la puerta.
-¡Piiija! –era Harry, claramente. Jajajaja.
-Haroldín. –lo saludé.- ¿Qué pasa?
-Es que hemos pensado en ir a Rockefeller Center a patinar y ver el encendido de Navidad después. ¿Os venís, no?
-¡Por mí perfecto! –dije emocionada.
-¿Y tú qué opinas? -me giré para ver que decía Lou.
-Que es un plan perfecto. –dijo levantándose de la cama y dejando mi réflex en la mesita.
-Pues dentro de media hora en el pasillo. –dijo Harry antes de irse. Cerré y me quedé pensativa apoyada en la puerta mirando hacia mis maletas. 
-¿Qué pasa? –preguntó Lou con cara de preocupación. Lo miré seria a propósito, exagerando la seriedad.
-Lou, -hice una pausa para ponerlo nervioso.- no sé qué ropa ponerme. –solté una pequeña risa. Levantó una ceja y se rio negando con la cabeza.
-¡Me habías asustado! –dijo viniendo hacia mí riendo para hacerme cosquillas.
-¡¡Ahhhhh Nooo! ¡¡Para!! JAJAJAJAJAJA para Lou JAJAJAJA. –dije corriendo por la habitación.

Media hora más tarde estábamos en el pasillo del hotel todos juntos. Salimos desde el parking con los coches para así no entretenernos saliendo por la puerta principal, ya que estaba todo lleno de Directioners.
Lógicamente, yo iba con mi réflex, y nada más llegar empecé a hacer fotos. Cuando llegamos dimos un paseo por los alrededores y nos tomamos un chocolate caliente para el frío. Al acabar fuimos a patinar.

-¡Mirar! ¡Patino yo sola! –dijo María contenta patinando por la pista.

Zayn la había enseñado un poco porque sobre hielo no sabía.

-Mireia, ves a la otra punta de la pista y ven corriendo, que yo te cojo  y te llevo por los aires como en las pelis. –dijo Harry.
-JAJAJAJAJAJAJAJAno. –dijo Mireia dando una vuelta sobre sí misma.
-Que sí, corre ve. –le insistía él.- Cuando te lleve por los aires levanta los brazos y verás que divertido es.
-¡Que no Harreh! Que así me voy a matar. –dijo negándose rotundamente. JAJAJAJAJAJA que ideas las de Harry.

Harry le insistió unas 82749 veces más y al final aceptó, como Mireia sabía perfectamente, cayeron al suelo jajajajajaja y lo mejor es que como habían fans alrededor lo grabaron en video JAJAJAJAJA. El que mejor se lo estaba pasando era Lou, no paraba de patinar, patinar, y patinar. Durante el rato que estuvimos ahí no paró ni un segundo. Cenamos por ahí y fuimos al hotel después de ver el encendido de Navidad, y como no, hice muchísimas fotos. Rocío, Izan, Danielle, Liam, María y Zayn volvían a Londres mañana por la mañana. Bueno, María y Zayn iban a Bradford a pasar unos días allí.
Llegó la mañana y tuvimos que despedirnos de ellos, no los acompañamos al aeropuerto para no armar más boleo del que ya había. Mientras ellos fueron al aeropuerto, Lou y yo nos cambiamos de hotel, como Lou tenía previsto, Mireia y Harry se fueron a otro hotel también y Niall, Josh y Dan igual.
El día siguiente nos pasó volando, y nuestro nuevo hotel era espectacular.

-Me visto y podemos irnos, nena. –dijo Lou saliendo del baño, acababa de ducharse e iba con la toalla enrollada en la cintura AHDAKDEIMALA.
-¿Puedo hacerte una foto así? La subo a Instagram y así alegras a millones de personas. ¿Te parece bien? –le dije con una sonrisa angelical. Me miró serio y levantando una ceja.
-JAJAJAJAJAJAno. –me miró mal.- Sé que este cuerpo –se señaló de arriba abajo.- vale millones, pero prefiero que solo me veas tu así.
-JAJAJAJA me parece bien eso de que solo te vea yo.

Cuando acabo de vestirse y todo eso salimos de la habitación.

-¿Dónde vamos ahora? –pregunté cuando nos subimos a un coche, que según él, lo había alquilado para estos días. Estábamos parados en un semáforo.
-Ohh nena, eso déjamelo a mí. –me miró con cara de ‘’Sí, soy un gansta’’- No te vas a aburrir conmigo estos días, lo tengo todo planeado. –y me guiñó un ojo.

Ante esa contestación, simplemente reí y puse música en la radio. Me costó un poco, pero toqueteé botones y lo conseguí jajajaja. Sonó la canción de Summer of ’69 de Bryan Adams y nos pusimos a cantar como locos. Los dos adorábamos esa canción.

-Ya hemos llegado, nena. –dijo diciendo el nena pausadamente.
-¿Por qué ahora me llamas nena? –pregunté desabrochándome el cinturón. Bajamos del coche y me cogió de la mano dirigiéndose hacia algún sitio.
-Porque puedo. –dijo con tono de ‘’soy el mejor, nena’’
-¡Ehhh! –le pegué en el hombro y se rio.- ¿Eso por qué?
-Porque te has leído 50 sombras y sé que el tío ese dice eso.
-Ahhh, y ya está, solo por eso.
-Sí, sé que te gusta ese libro… -alzó las cejas varias veces riéndose.
-Ehh déjame. –me solté de su agarre y caminé un poco más deprisa.
-JAJAJAJAJAJAJA pero ven aquí, nena. –aligeró el paso hasta estar a mi altura y me volvió a coger de la mano. Se inclinó un poco y me dio un beso fuerte en la mejilla.
-¿Dónde vamos, nene? –imité su voz como él antes. Me miró con una sonrisa.
-A un sitio que sé que quieres ir.
-Y eso está… -dije para ver si así me lo decía.
-En NY.
-¿No me lo vas a decir?
-Claro, en un momento lo sabrás.

Andamos unos minutos más y llegamos.

-¿De verdad vamos aquí? –pregunté contenta.
-Claro, sé que estos museos te gustan. –me había llevado al Museo de Cera M. Tusseau. Le di un súper abrazo y un beso y con una sonrisa de oreja a oreja entramos.

Lo pasamos súper bien. Aunque bueno… algunos muñecos daban miedo jajajaja. Pero aun así lo pasamos estupendamente, nos hicimos fotos con todos los muñecos del museo. Todos.
Fuimos a comer y después de eso fuimos a Times Square. De noche Times Square era precioso. Dijimos que otro día volveríamos, antes de regresar a Londres.

***

Sólo nos quedaban unas horas en New York y lo habíamos pasado en grande. Louis me había llevado a todos los sitios más espectaculares de NY, conocía muchísimos sitios allí.
Ahora íbamos de compras. Uhh sí, de compras por New York, ¿qué había mejor que eso?
Pasamos la mayor parte del día de compras. La ropa en NY era increíble, ¿Por qué no había esta ropa así en Londres o en España? Volvimos al hotel después de aquel largo día y nos duchamos, nos cambiamos de ropa y nos arreglamos. Esa noche íbamos a salir.

A la mañana siguiente, nos levantamos tarde y sin cambiarnos de ropa ni nada tuvimos que coger el avión.

-Lou, que vergüenza, ¿Cómo he podido salir así a la calle? -dije nada más subir al avión.
-¿Cuál es el problema? –dijo él como si nada.- Yo casi siempre viajo así.

Fuimos la mayor parte del viaje durmiendo, y dos horas antes de aterrizar nos despertamos.

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Con un día de retraso; HAPPY BIRTHDAY HARRY EDWARD STYLES COX.
¡¡Haaaayyyy hijo, que 19 años más bien puesto llevas tú!!