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sábado, 18 de mayo de 2013

CAPÍTULO 84



¡¡CHICOOOOOOOOOOOS AQUÍ EL CAPITULO 84!!

Esté será el último capítulo de este mes, porque el VIERNES ES EL CONCIERTO Y AAAAAAAAAAAHHHHH, tengo que adelantar deberes, estudiar y leer un libro… así que… no. No subiré hasta de aquí dos semanas o así.

Este cap os lo dedico a todos y sobre todo los que no habéis conseguido poder ir a TMHT.

        OS LOVEEEEEEEEEEO MIIIIIIIIIL
                ¡ESTOY MUY NERVIOSA!



Narra Paula
Mientras íbamos en busca de su coche, a Lou lo pararon algunas fans. ¡Quería llegar pronto al médico! ¡¡Necesitaba saber ya si estaba embarazada o no!!

-Ya estamos tranquila… -dijo entrando al parking del hospital.

No podía estar más nerviosa. Con las uñas no paraba de hacer ruidos dando golpes en mi móvil.

-Es por aquí. –dijo señalando un pasillo a la derecha.
-Nooo, es por allí. –señalé otro pasillo.
-Vamos a preguntar anda. –nos acercamos a recepción.- Perdone, una pregunta. –la recepcionista asintió con una sonrisa.- ¿Dónde está ginecología?
-Entráis por ese pasillo de allí -señaló uno. Ninguno del que dijimos nosotros hahahaha.- y la tercera puerta a la derecha.
-Muchas gracias. –dijimos a la vez.

Fuimos donde la mujer nos dijo y entramos en la sala. Nos sentamos en dos sillas que estaban libres. Había tres mujeres embarazadas. Embarazadísimas, vamos, que estarían a punto de dar a luz.

Miré a Lou con cara de asustada y me cogió una mano, la apretó fuerte, luego se acercó y me dio un beso de varios segundos en la frente.

En frente nuestra había una niña de unos siete u ocho años. No paraba de mirar a Louis. Más graciosa hahahaha. Cuando él la miraba ella se ponía roja y apartaba la mirada. Así todo el rato jajaja.

-¿Has visto que adorable? –me dijo al oído con una sonrisa.
-Sí… -sonreí mirándola.- Dile algo, seguro que sabe quién eres.

Pero antes de que él le dijera algo, la niña vino y se acercó tímidamente.

-Hola… -dijo roja.
-Hola ¿cómo te llamas, preciosa? –le dijo Lou.
-Caroline cariño, ven aquí y no molestes a estos chicos. –dijo la que supongo que sería la madre.
-No, no, tranquila. –dijo Lou inmediatamente.- No es ninguna molestia, de verdad.
-Oh claro que no. –dije yo.
-Caroline, ¿cuántos años tienes? –le preguntó Lou.
-Hoy he hecho siete años.
-¿Sí? –la niña asintió feliz.- Felicidades, eres muy mayor ya. –le acarició la mejilla.
-Me gusta mucho vuestro nuevo CD. –dijo sonrojada.
-¿Te gusta One Direction?
-Mucho.
-¿Quieres que te haga una foto con él? –le dije a Caroline. Ella asintió enérgicamente.
-Pero tú también. –dijo cuándo saqué mi móvil para hacer la foto.

Nos hizo la foto su madre y nos explicó que era fan porque su otra hija de dieciséis años no paraba de escucharlos y era súper, súper, súper fan, entonces a Caroline también le gustaban. Que mona jolines.

-¿Si haces la foto con tu móvil como la podré tener yo?
-Pues… si a tu mamá no le importa la subo a Twitter y así tú hermana Taylor podrá descargarla. –le preguntó a su madre y dijo que no le importaba.
-¿Paula Romero? –preguntó una chica joven en la puerta de donde estaba la consulta.
-Yo. –me levanté.
-Pasen por favor. –dijo y entramos.

Entramos y la chica nos dijo que nos sentáramos que ahora vendría el médico.

-¿Estás nervioso?
-Mucho más que eso. –puso una mano en mi pierna y yo puse una mía encima de la suya.
-Buenas tardes. –dijo un hombre sentándose en la silla del doctor.- Soy el doctor Campbell.
-Louis Tomlinson. –dijo él dándole la mano.
-A mí ya me conoce, doctor. –sonreímos y nos dimos la mano.
-Veamos… -dijo mirando mi historial en unas hojas que sacó de una carpeta marrón clarito.

Le expliqué que creía que estaba embarazada porque me hice un test de embarazo y dio positivo. Por eso y porque tenía un retraso de tres días. Que no era mucho, pero si el test dio eso… pues no sé.
Dijo que me haría una ecografía.

-Los test de embarazo de la farmacia no siempre son efectivos. –dijo el doctor Campbell.

Estábamos los tres mirando por la pantallita del aparato ese de hacer ecografías.

-¿Eso quiere decir que no está embarazada? –le preguntó Louis.
-Por suerte o por desgracia –nos miró a los dos alternadamente.- no.
-¿No? –preguntamos a la vez.
-No. –dijo negando con la cabeza.- Puedes limpiarte con la toalla esta. –me dio una pequeña toalla un poco húmeda y me limpié el gel de la barriga.

Acabamos con la consulta y salimos de allí. Fuera, todavía estaba Caroline con su madre, nos despedimos de ellas dos y salimos.

Bajamos con el ascensor hasta el parking y nos subimos al coche. Entramos dentro y nos miramos.

-¿Te hubiera gustado que sí? –me preguntó.
-No lo sé, sí, no… tal vez. ¿Y a ti?
-Pfff, no estoy seguro de lo que habría preferido pero bueno, todavía somos muy jóvenes, tenemos tiempo de tener cuatro o cinco hijos aún.

Lo miré levantando una ceja.

-¿Cuatro o cinco?
-Cuatro o cinco, sí. –dijo con una sonrisa bien orgulloso.
-¿Y no te puedes conformar como la gente normal y tener uno o dos? –dije riendo.
-¿Uno o dos? Nooo. Eso es de cobardes. –estallé en risas y me acerqué para darle un abrazo.
-¿Dónde te apetece ir ahora?
-¡A merendar!
-¿Te hace Starbucks? –me guiñó un ojo.- Hace mucho que no vamos.
-Vale, señorito valiente.

Arrancó y fuimos al mismo Starbucks de siempre.
Al llegar, él subió a la planta de arriba a coger sitio y yo me quedé en la cola para pedir y pagar.
Me lo pusieron todo en una bandeja y subí arriba. Lo busqué con la mirada y cuando lo vi me senté enfrente.

-No hay gente aquí arriba. –dije poniéndole delante lo suyo.
-Mejor.

Acabamos de merendar tranquilamente y luego fuimos a Hyde Park.

-De aquí poco daremos paseos como este pero con muy buen tiempo. –me dijo y después me dio un beso en la mejilla.

-¿Dónde vamos? –dije al ver que no íbamos dirección a ninguna de nuestras casas.
-Tengo una sorpresa para ti.
-¿Una sorpresa? ¿Cuál? ¿Y por qué?
-Pues no te lo digo porque es sorpresa… -me miró con cara de ‘’no te lo voy a decir hasta que lleguemos’’.- Y porque te quiero y no puedo esperar más.
-¿Esperar a qué? –paramos en un semáforo.
-Ahora lo verás, señorita soy-una-impaciente. –y me dedicó una de sus dñkfdsjha sonrisas.

Diez minutos después.

-¿Qué hacemos aquí? –pregunté mirando la fachada de un edificio.

Narra Louis
Estábamos parados en frente de un edificio que parecía ‘’antiguo’’ pero que en realidad, por dentro era TODO LO CONTRARIO.

Eran las seis y veinticinco, había quedado con el chico de la inmobiliaria a las seis y media.

Había pensado que por qué esperar hasta volver de la gira para poder irnos a vivir juntos si podíamos hacerlo ya.

-Louuu –me pasó la mano por la cara varias veces.- ¿qué hacemos aquí? –estaba delante de mí, parada, con los brazos en jarra. La cogí por la cintura y la atraje hacia mí, quitó las manos de sus caderas y las puso en mi pecho.
-En unos minutos lo sabrás. –le di un pico.
-Te paso la foto de Caroline por WhatsApp.
-Ayy sí, así la subo a Twitter.

Me pasó la foto por WhatsApp y la subí a Twitter. De título puse ‘’Hoy es el cumpleaños de esta preciosidad. Feliz 7 cumpleaños, Caroline xx’’.

-¿Me vas a decir ya que es lo que hacemos aquí parados sin hacer nada?
-Bueeeno, vale. Pero porque es casi la hora. –me miró con cara de ‘’¿la hora para qué?’’- He pensado que nos podemos ir a vivir juntos ya, que no tenemos que esperar hasta que yo vuelva de la gira. –sonrió.
-¿Y qué hacemos aquí?
-Porque ahí arriba –señalé con la cabeza el edificio que estaba a nuestras espaldas.- está el que puede que sea nuestro nuevo hogar.

Sonrió mucho más y me abrazó y me dio muchos cortos besos.

-Si sigues diciendo cosas así, al final conseguirás que me dé un ataque.

Sonreí por lo que dijo y la abracé fuerte, muy fuerte.
Esperamos unos pocos minutos más y Jake –el chico de la inmobiliaria- apareció. Era un chico de unos treinta y pocos años. El típico inglés rubio de ojos azules. Era muy simpático y siempre estaba sonriendo. La verdad es que era muy majo el chaval. 

-Buenas tardes, Louis. –me dio la mano.- Soy Jake Arthur. –le dijo a Paula y le dio la mano también.
-Paula, encantada. –le dijo ella, devolviéndole la sonrisa.

Charlamos unos escasos minutos sobre cómo iba el día y tal, y pasamos al edificio.

Desde ayer, Jake me pasó fotos de varios pisos y casas de toda clase por WhatsApp. De todas las fotos que vi, las de este ático dúplex me gustaron mucho más que las demás. Y estaba segurísimo que a Paula también le iba a encantar.

-Como veis, no tiene nada que ver la apariencia del edificio a cómo está por dentro. –efectivamente, por fuera no es que estuviese en ruinas pero no era ultra mega moderno y por dentro, ya era moderno. Había varios ascensores y una ventana donde estaba el conserje. Lo saludamos y subimos en el tercer ascensor. Jake puso una llave en el ascensor y llegamos al último piso.

Directamente, desde el ascensor entrabas en el salón del apartamento.

-Vaaaya. –dijo Paula mirando el gran salón.- Es muy bonito.
-Mucho. –dije observando todo el salón.

Jake nos enseñó toda la planta de abajo y la de arriba, luego nos dejó en el apartamento a los dos solos para que lo viéramos mejor y se marcó.

-¿Te gusta?
-Es sñfajdsfhñ. ¡Perfecta!

En la planta de abajo había un salón enorme, un baño, una cocina enooorme y una terracita. Arriba, había cinco habitaciones. Cinco. Las cinco eran perfectas. También había un baño, además de otro que había en la habitación de matrimonio. Había otra terracita que sólo se podía entrar desde la habitación de matrimonio y luego, subiendo unas escaleras, subías a lo que era como una buhardilla, dentro de la habitación también. En toda la casa entraba una luz espectacular.

A Paula se la veía encantada mirando cada rincón del apartamento.

-Entonces, ¿nos quedamos este, no? –dije acercándome hasta ella y pasando mi brazo derecho por su cintura.- Creo que tú cara al ver el apartamento lo dice todo, no hay por qué buscar más casas.
-A mí me gusta muchísimo, pero… -dejó de mirar el salón y me miró a mí.- ¿cuánto cuesta? Seguro que muchísimo.  
-Nada, no te preocupes por eso.
-¿Cuánto cuesta, Louis?
-Te he dicho que nada. –le cogí de la mano y nos montamos en el ascensor para salir ya de allí.

Se apoyó en una pared del ascensor con los brazos cruzados, mirándome seria, para que le diga el precio del apartamento.

-Quítame esa carita de enfadada. –me acerqué hasta ella haciendo un bailecito estúpido, haciéndola reír, y le descrucé los brazos cogiéndole de las manos. Le di un beso en el cuello, muy lentamente.

-Dímelo, pesad...
-Shhh, -la callé con un beso.- eso no es cosa tuya, es cosa mía.
-Hombre, si vamos a vivir junt… -la volví a callar con un beso.- Loui… -otra vez. Me reí de ver como se quejaba porque la interrumpía.

El ascensor se abrió y salimos de ahí. Nos despedimos del conserje y nos subimos al coche, que estaba aparcado en la misma puerta del edificio.
               
-Antes de ir a casa tenemos que ir a devolver las llaves a la inmobiliaria.

No dijo nada y solté una carcajada.

-Pero no me seas asiiiii. –dije haciéndole cosquillas.

Paramos de hacer el idiota, nos pusimos los cinturones y fuimos a la inmobiliaria.

-No hace falta que bajes, es solo un momento. –me desabroché el cinturón, cogí las llaves y salí del coche.

Narra Paula
Cuando Lou bajó del coche me puse a hablar por WhatsApp con el grupo que teníamos; We’re sexy and we know it.

Yo: Heeeeeyyyyy, sexyyy ladies

Niall: ladies?? Eso es discriminación ¬¬

Zayn: Paulita, Pauliita, te vamos a excluir del ‘’equipo marmota’’ si nos excluyes del término ‘’sexy’’

Liam: Yo no pertenezco al ‘’equipo marmota’’ pero me indigno

Harry: yo no digo nada porque ya sé que soy sexy. MUY SEXY

Dani: Ohh ohhh, cuanta envidiiiia hahaha

Niall: hahahano, SOMOS SEXYSSSS

María: ……..

Rocío: ……..

Cris: Nosotras lo somos más…

Yo: soy la fundadora del ‘’equipo marmota’’ no podéis
excluirme… ahahahah

Zayn: bueno, bueno… ya lo veremos

Harry: I’m sexy and I know it, I’m sexy and I know it            

Cris: Harry párate yaaaaa

María: Esooooo pesaaaado

Rocío: Harryyyyy, I’m sexy and I know ittt

Dani: Soy Harry y solo sé decir ‘’ I’m sexy and I know it’’

Yo: I’m sexy and I know it, I’m sexy and I know it

Niall: I’m sexy and I know it

Liam: I’m sexy and I know itttt, I’m sexy and I know ittt

Harry: ENVIDIOOOOSOSSSS!! Mireiiiia diles algo

Mireia: I’m sexy and I know iiiiit

Estuve un rato más hablando con ellos por WhatsApp hasta que mi madre me llamó.

Le conté lo del ginecólogo y lo del apartamento. Sobre lo del apartamento dijo que Lou estaba loco hahahaha, pero que se notaba que me quería muchísimo. Lou estaba tardando mucho. Lo vi salir de la inmobiliaria con una carpeta en las manos, cruzó la calle y se subió al coche.

-¿Por qué tardabas tanto? –le pregunté cuando entró.

Se quedó mirándome con su sonrisa de pillo y no hablaba.

-Lou… ¿Qué pasa?

Sonrió mucho más y me entregó la carpeta.

-Espero que no sea lo que creo que es. –cogí la carpeta y miré los papeles.- ¡Louiiiiiis! ¡¿Por qué lo has hecho?!

Había comprado el apartamento. Él simplemente arrancó el coche y lo puso en carretera.

-P-pero… ¿Cuándo? ¿Cómo? 
-A ver, en realidad los papeles estaban casi preparados, sólo tenía que firmarlos y poco más.
-¿Cuánto cuesta?
-No te voy a decir eso… -me miró con su cara de ‘’bitch please’’.
-No vas a pagar el apartamento tu solo, tenlo claro.
-Ya lo he hecho y no quiero que pagues nada. –yo estaba que no me lo creía vamos.
-Claro que síii. –él soltó una carcajada.- ¡No te rías!
-¿Vamos a tú casa o a la mía? –dijo sin hacerme caso alguno.- ¿Ves? –lo miré.- ¿Te das cuenta que en nada podremos decir ‘’vamos a casa’’? –sonrió más que feliz sin quitar la vista de la carretera.
-Te voy a pagar un alquiler.
-Nooo.
-Síiii.
-Nooo.
-Síiii.
-Vale, me pagas con besos hahahahaha.

Fuimos a su casa al final.

-¡Ya estamos en casaaa! –gritó Lou mientras dejaba sus llaves en el recibidor de la entrada.
-Holaaa. –saludé yo al entrar y ver a Harry en el sofá.
-Hola parejita. –dijo en español.
-¿Qué haces? –le pregunté sentándome a su lado en el sofá.
-Pues estaba jugando a la Play peeeero yo solo me aburría… -me puso cara de pena como la de WhatsApp.
-Pero si te voy a ganar… ¿y aun así quieres jugar contra mí?
-JAJAJAJAJAJA te gano siempre. –dijo tocándome la cabeza como a los perritos.

Louis subió arriba para ducharse y llamar a su madre para contarle lo del médico de esta tarde y bueno, supongo que lo de la casa también.

Harry y yo nos pusimos a jugar al Fifa y buuuuuhhh, nos picábamos mucho.

Cuando Lou bajó cenamos y al poco nos pusimos a ver The X Factor.

viernes, 10 de mayo de 2013

CAPÍTULO 83





Narra Paula
Estaba sola en el salón, tumbada en el sofá boca abajo con la televisión encendida, aunque no le estaba prestando nada de atención. Rocío, Mireia e Izan estaban en la cocina haciendo la lista de la compra. Y claro, los escuchaba hablar porque en lo que era la pared que dividía el comedor de la cocina, había un ‘’agujero’’, o sea, parecido a una ventana, ya me entendéis.

-Apuntad en la lista zumo de melocotón, por favor chicos. –les dije sin moverme lo más mínimo.

Al rato, llamaron al timbre, pero como Rocío en ese instante pasaba por la puerta para subir al piso de arriba, abrió ella.

-Hola Louu. –lo saludó y se escuchó el sonido de un beso.
-Hola Rocío, -sonreí al escuchar como pronunciaba su nombre.- ¿está Paula por aquí? Necesito hablar con ella urgentemente.

Esa voz. Esa dulce y gritona voz.

En el sofá que yo estaba tumbada él no me podía ver, porque estaba de espaldas a la puerta.

-Sí, está ahí mismo, en ese sofá.
-Vale gracias. –dicho esto, Rocío se subió arriba.

Louis no debió ver a Izan y Mireia, porque no les dijo nada.
Cerré los ojos y me hice la dormida.
Noté como se acercó y se sentó en el borde del sofá, a la altura de mi estómago. Puso una mano en mi espalda y me estremecí un poco al notar su tacto. Suspiró un par de veces antes de hablar.

-Paula… -me acarició la espalda. No dije nada.- Paula cariño…
-Hmm.
-Despierta, tenemos que hablar. –siguió acariciándome la espalda.

Era hora de dejar de hacerme la dormida. Me ‘’desperecé’’ un poco y giré la cabeza para mirarlo.

-Hola. –me sonrió tímido.
-Hola. –le devolví la sonrisilla.

Sin que él se moviera, me senté bien para no estar tumbada.

-Tenemos que hablar. –me cogió las manos.
-¡¡CHIIIIICOOOOOOS!!

Era Cris, que entró a casa con muchísisisisisiiiima energía.

-¡¡¡NIALL ME HA PEDIDO SALIR!!! –gritó de lo más eufórica.- ¡¡¡Y LE HE DICHO QUE SÍ!!!!
-¿Sí? –dijo Rocío que bajaba de arriba.
-¡¡SII, AAAAAAAAAAH!! –le dio un super abrazo a Mireia y luego se acercó a Lou y a mí y nos dio otro super grande, después entró en la cocina y se puso a fangirlear más todavía.

-Vamos a mi habitación. –me levanté todavía cogida por él.
-Sí, mejor. –dijo riendo por la reacción de Cris.

Subimos a mi habitación y me senté en la ventana, él cogió la silla de mi escritorio y se sentó frente a mí.

-No sé cómo empezar… -le iba a decir ‘’pues por el principio’’, pero no quería ser un poco borde, pobret meu.- A ver, he estado pensando y dándole vueltas a lo que todos pensabais y sí, tenéis razón aunque me arrepienta no sabes cuánto. –lo miré atentamente.- No te he hecho caso estos últimos días por Eleanor, -agachó la cabeza.- lo siento muchísimo. –sonaba realmente arrepentido.- He sido un completo idiota, pero no sé, me emocioné un poco por eso de que hacía tanto tiempo que no nos veíamos o algo. No sé qué hacer para que me perdones pero entiéndeme, lo hice inconscientemente.
-¿Me entiendes que quiera hablar con Dylan y pasar rato con él? –agachó la cabeza otra vez.- La diferencia es que yo no he pasado de ti en ningún momento. Y no solo eso, me gustaría que intentaras ser el buen amigo que eras antes de él. Eres un cabezota, pero tienes que apartar tu orgullo de una vez e ir a hablar con él. Os echáis mucho de menos aunque ninguno lo quiera reconocer.
-Bueno, a lo mejor tienes razón… pero eso en otro momento. -se levantó de la silla y se sentó a mi lado.- Ahora estoy aquí para arreglar las cosas contigo, no a hablar de Dylan. –negué con la cabeza medio sonriendo.- ¿Me perdonas? –lo miré sin decir nada.- ¿Eso es un sí? –dijo divertido pegándome un pequeño codazo.
-Eso es un sí pesaaado.
-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. –me cogió por la cintura y me dio muchas vueltas mientras me decía eso alternando con besos que demostraban lo mucho que me quería.
-Pero no vuelvas a pasar de mí de esa manera, por favor. –tenía sus brazos alrededor de mi cintura y yo los mío alrededor de su cuello.
-Nunca más. –me dio un casto beso sobre los labios.- Estás muy guapa con ese pelo. –sonreí y presioné mis labios contra los suyos muy fuerte.

Estuvimos un rato más en mi habitación hasta que se fue a casa de Zayn. Pasé la tarde metida en mi cama. Me encontraba un poco mal. Al día siguiente, o sea, martes, todas las chicas e Izan tenían cosas que hacer. Y los chicos tenían que ir a no sé qué sitio para hacer algo sobre TMHT. Pasé toda la mañana como la tarde anterior; metida en la cama. No me levanté ni para comer. A las cuatro o así Lou vino para estar conmigo.

-Paula, tienes que comer.
-Que no tengo hambre. –dije por séptima vez.

Estaba metida en la cama, tapada. Él estaba sentado a mi lado pero por fuera del edredón, apoyando la espalda en el cabecero de la cama.

-Pues quieras o no, te voy a hacer algo para que comas. –intentó levantarse pero le cogí del brazo.
-Noooo, quédate aquí conmigo. –hice pucheritos.
-Aunque sea un vaso de leche con cereales tienes que comer. –se levantó y salió de la cocina.

A los pocos minutos entró en mi habitación con una bandeja. En ella había una taza de Batman -que me regaló Liam para Navidad- llena de leche con ColaCao, al lado de la taza había un paquete de galletas Tosta Rica de Cuétara. Me obligó –literalmente- a que me tomara la leche con galletas y bajó la bandeja a la cocina cuando terminé.

-¿Ya estás contento?
-Mucho. –sonrió y me dio un pico.- ¿Ya estás mejor?
-Igual.

En ese momento mi portátil indicaba que tenía una video-llamada por Skype. Cogí el portátil de la mesita de noche y era una video-llamada de mi madre. La acepté y estuvimos un rato hablando los tres. Bueno, hablaban ellos porque es que yo no tenía ganas de hablar mucho, me encontraba muy mal.

-Tienes algo de fiebre. –dijo Lou mirando el termómetro.- Ahora vuelvo. No te muevas de aquí ehh.
-¿Dónde vas?
-A la farmacia. –me dio un beso fuerte en la frente y salió de mi habitación después de coger las llaves de su coche.

Miré mi móvil que sonó varias veces WhatsApp y me puse a leer lo que habían hablado en el grupo ‘’We’re sexy and we know it’’

*Conversación WhatsApp*
Liam: Chiiiicoos Dani y yo acabamos de traer a casa a Lokiii!!

 








María: Oohh por dios, que cuqui es!!!!

Dani: A que siii?

Harry: Quiero verlo en persona…

Liam: Pues ven a casaaa

Niall: Oiiiiiiiins yo quiero un perrito

Mireia: Yo también Nialler

Harry: Pues yo en casa no quiero perros ehh Mireia

Mireia: Por queee?? Has visto que cuqui es?

Harry: ……..

Mireia: ………

Yo: Harooooold, al final tendréis un perrito, que yo lo sé
Yo: Por cierto, QUIERO VER A LOKIIII. Muero de amor!!!

Harry: Cállate Pequeño Poniiiii

Mireia: Paula tiene razón… hahahaha

Yo: Siempre la tengo! Hahahaha

Dani: Pauuuula nena, al final no vienes al gimnasio con nosotras?

Yo: No… L es que no me encuentro bien…

Niall: Estás malita?


Yo: Sí… LL

María: Que te pasa cariño?

Liam: Que te pasaaa?

Harry: Que te pasa pija?

Yo: Pues me dan mareos si estoy de pie, y he vomitado un par de veces…

Liam: Ö

María: alaaa pobrecita, pues tómate algo y guarda reposo

Harry: …..a lo mejor estás embarazada…… quien sabe….

Mireia: aleeeee que bruto eres hijo!!

Harry: Bruto nooo, pero quien sabe….


Yo: Tranquilo que eso no es


Zayn: Ponte buena Paulitaa!! Que tenemos que ir de fiesta para celebrar

Dani: Zayn el espontáneo… hahahaha

Niall: Celebrar qué? Hahaha

Mireia: eso, el que Zayn?

Harry: la cuestión es ir de fiesta, qué más da… no, Zayn?

Liam: No insistáis que Zayn habla una vez cada 942837 wpps nuestros

Yo: pesaaaaaaaaados, luego hablamos, que ya ha llegado Lou con las medicinas.  OS LOVEO
*Fin conversación WhatsApp*

-Ya estoy aquiii. –dijo Lou entrando en la habitación con una bolsa de la farmacia en la mano.
-Hola. –se acercó y me dio un pico.- ¿Qué has comprado? –dije refiriéndome a lo de la farmacia.
-Pues… -se sentó a mi lado, como estaba antes de irse a la farmacia.- la farmacéutica me ha preguntado qué síntomas tenías para ella poder darme algún medicamento y…
-Y… -dije para ver si seguía hablando.
-Me ha dado esto. –sacó una cajita de la bolsa y me lo enseñó.
-¿Un predictor de embarazo? –me reí.- ¿De verdad?
-Dice que a lo mejor… pues ya sabes, dice que esos son algunos síntomas del embarazo.
-Pero son síntomas de cuando se está de más de un mes, Louis. –metí la caja en la bolsa y se lo puse sobre las rodillas.- Y si estuviese embaraza sería de muy poco. Además, la regla me tiene que bajar en dos o tres días. Es imposible...
-¡Eso le he dicho yo! –puso la bolsa en la mesilla de noche que tenía a su lado.- Pero dice que es probable. Así que bueno… te haces la prueba que no te cuesta nada y salimos de dudas.
-No hay dudas, sé perfectamente que no estoy embarazada.
-Venga Paula, hazlo por mí. O por lo que quieras, pero hazlo. –me miró con su cara de convencer.- Es solo un momento.
-¡Está bien, pesado! –medio sonrió y me dio la cajita esa.

Me levanté pero me mareé. Lou vino en cero coma y me ayudó a ir al baño de mi habitación.

-Ahora salgo. –entré del todo y cerré la puerta.

En menos de dos minutos salí del cuarto de baño con el aparto ese en la mano y Lou se levantó inmediatamente de la ventana.

-Aquí no salen rayas ehh. –dije dándole golpes contra mi mano.
-La chica me ha dicho que es nuevo y que tiene que salir en la pantalla ‘’estás embarazada’’ o ‘’no estás embarazada’’, y si lo estás te dice de cuantas semanas.
-¿Qué quieres que salga?
-Hay no sé. –se movía nervioso por la habitación.- ¿Y tú?
-No lo sé, pero creo que prefiero que no.
-¿Lo has hecho bien? –me quitó el predictor de las manos.
-¿Cómo se puede hacer mal? –me reí nerviosa. ¡ESTABA MUY NERVIOSA!- Solo hacer pis en el palito ese.
-Pues aquí no sale nada… -cogí el prospecto de la caja y lo leí muy por encima.
-Aquí pone que tarda de cinco a seis minutos, no han pasado tantos minutos, vamos a esperar.
-¿Y si sale que estás embarazada?
-¡No me pongas nerviosa! –grité.- Tengo miedo Louis…

Se acercó a mí y me abrazó. Puso su mano en mi nuca, hizo que apoyara la cabeza en el hueco de su cuello y me dio cortos besos en la cabeza.

-Sshhh, miedo ninguno. –me acomodé un poco más entre sus brazos.- Y ahora, vamos a mirar el dichoso aparato ese y pase lo que pase voy a estar aquí, contigo. –suspiré. Nos deshicimos del abrazo y con mucho miedo, miró el predictor.
-¿¡Qué pone!? –pregunté atacada de los nervios al ver que no me decía nada y sólo hacía que mirar la pantallita esa del predictor.- Harry va a tener razón, ¡estoy embarazada! –lo miré para que me dijera que había salido.
-Dice que… -tragó saliva.- estás em… embarazada.

Cuando dijo eso el mundo se me paralizó. ¡Eso tenía que ser falso! ¡Era imposible! ¡¡Siempre tomábamos precauciones!! No, no, no, no y no, me niego a que eso sea cierto. ¿Embarazada, yo? ¿Y con 20 años? Definitivamente no.

-Bueno… -se rascó la nuca dudoso.- estos aparatos a veces fallan.
-¿Tú crees? –dije al rato largo.
-Mañana mismo vamos a por otro aparato de estos y lo vuelves a hacer ¿Vale? –se quedó pensando.- ¡No, mejor todavía! Mañana llamamos y coges cita con tu ginecólogo. Así seguro que salimos de dudas.

Louis pasó el resto del día conmigo y además se quedó a dormir. Al día siguiente, lo primero que hicimos cuando nos levantamos fue llamar a mi ginecólogo. Nos dieron cita para la siguiente semana todavía… ¡No podíamos esperar tanto!

Los días siguientes hasta llegar el día del médico estábamos realmente nerviosos. No paraban todos de preguntar que nos pasaba y blablabla. Yo me encontraba mucho mejor pero ya que el predictor dio positivo… pues quería asegurarme de si estaba o no estaba embarazada. Se lo conté a mi madre y me ayudó mucho el poder hablar con ella la verdad.

-¿No venís con nosotros? –nos preguntó Zayn.

Habíamos quedado todos para comer, y luego ellos se iban a una boutique de esas de diseño porque la inauguraban, la habría un amigo de Niall y nos habían invitado a todos.

-No…  es que tenemos que ir a… a… la pastelería. –dije yo.
-A la perfumería. –dijo Louis al mismo tiempo que yo.
-¿A la perfumería o a la pastelería? –dijo Liam riendo.
-A la pastelería. –dijo él ahora.
-A la perfumería. –dije yo. JAJAJAJAJA.
-¿Dónde vais de verdad? –dijo Rocío.
-¡Qué más os da! –dijo Louis cogiéndome de la mano.- Nos vamos que llegamos tarde.
-Hasta luego chicos.

Se habrían quedado flipadísimos JAJAJAJAJAJA.

-No nos compenetramos naaada. –dije riéndome mientras íbamos cogido de las mano en busca de su coche.
-Lo sé, es un poco penoso. –dijo él riéndose también.