Narra Louis
No
podía permitirme que Paula se pusiera nerviosa por mi culpa. Bueno,
realmente no sería mi culpa, sino de su padre, pero el asco que me
tenía era el problema, o sea, que sin yo quererlo,
indirectamente era mi culpa. En fin... era mi suegro quisiera o no.
-Hola
cariño -saludó Claudia a Paula abrazándola y dándole dos
besos-. ¿Cómo va todo? -le tocó la
barriga.
-¡Bú!
-me dijeron desde atrás.
Me
giré y era Alison. Nos abrazamos, me dio la enhorabuena y enseguida
Claudia vino a saludarme y darme la enhorabuena también. Esa mujer
era un cielo. Nada comparado con el capullo de su hijo y su pareja
-mi suegro-.
-Vaya,
la super estrella tiene un hueco para cenar en familia -dijo
Carlos hacia mi.
-Es
lo que tiene ser super estrella, que trabajo si quiero. Puedo
permitírmelo y estar con mi familia.
-¿Insinúas
que no paso tiempo con mi familia?
-Los
hechos hablan por sí solos.
-Ya
basta -dijo Paula llevándome de ahí y entrando a la cocina.
Y
así han sido las veces que nos hemos visto. Unas diez en estos
cuatro o cinco años. No hacía falta más, la verdad. Hubiera
preferido que hubiesen sido menos.
-¿Ves
lo que te decía? No puedo soportar la situación -dijo Paula
sentándose en una de las sillas de la cocina.
-¿Qué
ha pasado? -preguntó Ana.
-¿Podemos
irnos, por favor? -me preguntó Paula ignorando a su madre.
-¿Por
qué quieres irte? -dijo su madre, de cuclillas, apoyando los
brazos en las piernas de Paula y cogiéndole las manos.
-Mamá,
no quiero estar aquí y ya está -dijo ella mirando para otro
lado.
-No
llores -le dije agachándome al lado de Ana.
Le
acaricié la mejilla al ver que tenía los ojos llorosos.
El
embarazo la había hecho más sensible de lo que ya era y a la mínima
lloraba.
-Cariño,
no sé qué ha pasado ahí fuera con tu padre, pero no llores. Ahora,
sal ahí con Louis y no hagáis caso de lo que digan. Vamos a
disfrutar de una cena de celebración por esta pequeña que pronto
estará aquí -puso la mano en la barriga de mi chica y ella
sonrió, yo por verla a ella sonreír, también.
-Vale,
pero si lo hago es por vosotros y mis hermanas -se levantó y
nos señaló con el dedo índice.
-Claro
que sí, eres fuerte -la animó Ana.
Ella
sonrió más y su madre le dio un fuerte y sonoro beso en la mejilla.
Le
tendí mi mano y la cogió. Antes de tirar de ella para salir al
salón le di un abrazo y sin soltarla junté mis labios con los
suyos.
-Lou,
Paula, mirad -nos dijo Helen para que nos sentáramos a su
lado en el sofá. Nos sentamos cada uno a un lado suyo y miramos a la
pantalla del macbook que tenía en las piernas.
Nos
estuvo enseñando fotos del último viaje que habían hecho las
gemelas, sus parejas y varios amigos más. Hablando de parejas...
Josh y Alison empezaron a salir hace dos años en plan serio. Paula
todavía no se hacía a la idea hahaha y Helen salía con un
canadiense de intercambio que se quedó aquí en Londres a vivir. Ali
y Helen estaban en la universidad y vivían juntas en un pequeño
apartamento a media hora en coche de aquí, de casa de Ana.
-¡Ehh,
esas fotos son privadas! -se quejó Alison cuando se
sentó al lado de Paula y se dio cuenta de lo que nos estaba
enseñando hahaha.
-¿Qué
mas da? Es una simple foto de vosotros dos en la cama tapados con las
sábanas -atacó Helen.
-Bueno,
pues son mis fotos, no me da la gana que las veáis.
-Bueno -dijo
imitando el tono de voz de su hermana-, pues no
haberlas puesto en MI disco duro.
-Que
odio te tengo.
-No.
-Sí.
-Me
amas.
-Cállate
Helen.
Paula
y yo nos reímos ante tal situación y seguimos viendo las fotos.
-Las
veces que vuestra hermana y yo hemos ido a Ibiza, siempre veíamos
los atardeceres. Son preciosos -les comenté.
-Sí,
me encantaría volver.
-A
mi también -dijeron las gemelas al mismo tiempo.
-La
cena ya está -informó Ana desde la puerta de la cocina.
Las
gemelas, Paula y yo ayudamos a sacar todo y lo pusimos en la mesa.
Nos
sentamos en las sillas y nos servimos las bebidas.
-¿No
viene Henry a cenar? -preguntó Helen.
Ojalá
estuviera Henry aquí. Así podría hablar con él sobre la escalada.
-No
ha podido venir, pero tiene intención de llegar aunque sea para el
postre.
Henry
era la pareja de Ana desde hacía casi tres años. Él sí que era
estupendo. Me llevaba muy bien con él ya que teníamos muchas cosas
en común.
-Se
te ha iluminado la cara cuando mi hija ha pronunciado ''Henry'' -que
hombre tan cansino, por dios.
-Sí,
es que nos llevamos estupendamente. Es un buen hombre -finalicé
con una sonrisa como diciendo ''que te den''.
-Hace
dos días que no llueve, que raro eso, ¿verdad? -dijo
Claudia para relajar la situación.
-Papá
¿cuándo volvéis a España?
-El
sábado de mañana.
-¿Vendréis
a despediros, no? -preguntó Víctor.
-No
tenía intención en realidad -dijo Alison hahahaha.
-Yo
tampoco -dijo Helen hahaha, qué divas haha.
-No
seáis groseras -las riñó Carlos.
-Tengo
planes.
-¿Planes
más interesantes que acompañar a tu padre y su familia al
aeropuerto, Alison?
-Sí,
he quedado con Josh para irnos a Las Vegas a casarnos en
secreto -dijo seria, con una copa de vino en la mano-.
Ups, ya no es secreto -se llevó la copa a los labios.
Repito: divas.
Una hora más tarde Henry llegó. Todo era TAN raro... Estábamos tomando el postre mientras pequeñas conversaciones se entablaban. Víctor y Helen, Claudia, Carlos y Ana, Paula y Alison, Henry y yo...
Repito: divas.
Una hora más tarde Henry llegó. Todo era TAN raro... Estábamos tomando el postre mientras pequeñas conversaciones se entablaban. Víctor y Helen, Claudia, Carlos y Ana, Paula y Alison, Henry y yo...
-Me
lo debes.
-¿Yo?
-Sí,
me hiciste jugar a fútbol la última vez.
-¿Te
puse una pistola en la cabeza para que jugaras? -ladeé
la cabeza apretando los labios y levantando las cejas- A
demás, te gustó jugar con un ex jugador de fútbol profesional -me
hice el guay.
-Louis,
eso ya pasó. Hace mucho, por cierto. Y no eras jugador profesional,
eras aficionado profesional hahahaha.
-¡Ehhh,
eso ha dolido! Y hace dos años solo hahaha.
-Mucho.
-Aun
así, es un honor que puedas jugar conmigo -alcé las
cejas varias veces hahaha.
-Lo
que digas -me adoraba haha-, pero
tienes que jugar al golf conmigo.
-No.
Juega con Nialler o con Harry. No sé jugar.
-¿Y
yo a fútbol sabía?
-No...
hahahaha. Qué malo eres. Menos mal que sin contarte, mi equipo era
bueno hahahaha.
-Haha
mañana paso a buscarte a las nueve. Dile al irlandés y al rizos que
vengan con nosotros. Lo pasaremos bien.
-Está
bien, pero a la próxima vamos a jugar a hockey.
-¿Por
qué hockey y no escalada? Lo haces aposta. Niño inmaduro...
-Hahaha
vale, escalada que nos gusta a los dos -bebí
un poco de agua y cogí el móvil de mi bolsillo-. Voy a
avisar a los chicos para ver si quieren venir mañana.
Les
envié un WhatsApp a cada uno y Harry aceptó. Niall se iba con Cris
a elegir coche nuevo porque se les había estropeado y dijo que otro
día sí vendría.
-Nialler
no puede, Harry sí -dije dejando el móvil
en la mesa.
-Víctor,
¿sabes jugar al golf? -le preguntó
Henry.
-Oh,
por supuesto. Adoro el golf.
-¿Te
apetece venir mañana con nosotros dos y un amigo?
Qué
horror. Cómo se nota que él no lo conocía bien y no sabía lo
repelente que podía llegar a ser.
-¡Me
encantaría! Pero aquí no tengo ni ropa adecuada ni mis
TaylorMade...
-Louis
te puede dejar ropa y palos de golf.
-Yo,
hmm... si te sirve mi ropa, te la doy mañana -no
tenía otra opción.
Puto
Henry.
-Perfecto,
pues mañana a las nueve pasaré por casa de Louis y Paula a por él.
-Ven
a mi casa un poco antes y te dejo la ropa, así te cambias allí.