CAPÍTULO 82

Narra Louis

Els vio a otras amigas, no eran las mismas de antes. Fue a hablar con ellas. Sabía PERFECTAMENTE que estarían hablando para rato, así que decidí ir a ver que hacía Paula y a ver si se le había ido el enfado.

Antes de ir a buscarla fui a la barra a por otra copa. Me sirvieron y de seguido fui al reservado.

-¿Dónde está Paula? –pregunté a Niall y Zayn, que estaban ahí sentados. Me senté enfrente de ellos.

-Se ha ido a casa. –dijo Zayn.

-¿Se ha ido? –asintieron con la cabeza.- ¿Sola?

-Con Dylan. –dijo Niall.

-¿La habéis dejado irse sola con ese? –pregunté cabreado.

-Ehh, ehh, ehh. –me dijo Zayn haciendo un gesto con una mano.- Que aquí nadie es nadie para decirle a ella con quien puede o no puede irse. Y tú, tampoco, sea Dylan o sea quien sea. Y te recuerdo que ‘’ese’’ era tú mejor amigo.

-¿Pero tú eres tonto? –le dije en un tono borde.

-Tú te relajas ehh. –dijo Niall serio.

-¿No veis que se ha ido con Dylan? ¡Estoy enfadado con él!

-¿Y eso quiere decir que ella tenga que estarlo? No. -¿pero que se creía Zayn para hablarme así ahora?

-¡Voy a buscarlos! –me levanté bruscamente.

-¿Y piensas dejar a tu Eleanor aquí? –dijo Niall con cierto recochineo.

-¿Se puede saber que os pasa conmigo?

-La pregunta es: ¿qué te pasa a ti? –dijo Zayn.- No le has hecho ni puto  caso a Paula, tu NOVIA, desde que está aquí ella, tu EX.

-Cállate de una puta vez que tú no sabes si le hago o no le hago caso a mi novia. –me acerqué a él.

-¿Qué no lo sé imbécil? –se levantó y se puso enfrente de mí.- Estás toda la noche detrás de Eleanor, como un perrito faldero y Paula está comiéndose la puta cabeza por tu culpa. Que parece que estás saliendo con Eleanor nano, ‘’Louuu, ven aquí conmigo’’ ‘’Louu… ¿me llevas el bolso?’’ –imitó a Eleanor.

Ahora sí que sí, en cuanto dijo eso me abalancé sobre él y Niall intentó separarnos. Lo intentó, porque no consiguió nada.

Narra Paula

Salimos de allí y empezamos a caminar por la calle en silencio.

-¿Te fías de mí? –giré  la cara para mirarlo cuando dijo eso y lo miré con cara de interrogante.

-¿Qué?

-¿Te apetece ir a un sitio conmigo?

-¿Dónde? –pregunté.

-Pues… como todavía es pronto y ahora hace mejor tiempo ¿quieres que te invite a tomar un helado?

-¿Helado? –sonreí.- Todavía es enero.

-Bueno… también te puedo invitar a una taza de chocolate, si lo prefieres, aunque yo me tomaría un helado de vainilla. –sonreí y negué con la cabeza mientras seguíamos andando.

-Olvidaba que tú tomas helado sea el mes del año que sea.

-Veo que todavía me conoces muy bien. –asentí sonriendo.- ¿Chocolate y helado entonces?

-Pues…

-Venga tonta, que luego te acompaño a casa. -me lo pensé mejor y bueno ¿por qué no?

-Bueno, vale. –me alzó su mano para que le chocara y choqué, reímos.

Andamos unos minutos laaargos y al fin llegamos. Era una zona donde estaba todo abierto, aunque fueran las dos de la madrugada. Al ser fin de semana y eso… pues estaba abierto.

Entramos en una heladería/cafetería y pedimos yo un chocolate caliente y él un helado de vainilla. A las tres y media pasadas llegué a casa. Dylan me acompañó en taxi. Durante el rato que estuvimos juntos hablamos de miles de cosas. La verdad es que lo echaba de menos en plan amigos y tal. Nos contamos muchísimas cosas que nos habían pasado desde que lo dejamos y no nos veíamos casi nada, así que a partir de ahora tendríamos que quedar más veces juntos.

Cuando llegué a casa no había nadie, pero llegaron mientras yo me cambiaba de ropa y me desmaquillaba, me contaron todo el panorama que se había liado. Madre del amor hermoso, todo ese lio era por mi culpa.

-¿Y ahora qué hago? ¡Todo esto es por mi culpa joder! –dije apoyando la cabeza entre mis manos.

-De tu culpa nada. –dijo Cris.- La culpa de Louis y solo de él.

-Eso, -dijo Izan sentándose a mi lado y abrazándome de lado.- tú no tienes culpa que se hayan pegado.

-¿Y Zayn está bien?

-Bien, bien… pues a ver, está como se está después de una pelea. –dijo Rocío.- Pero eso sí, la peor parte se la ha llevado Louis. Zayn tiene más fuerza y sabe defenderse mejor. –me puse a llorar.

Estaba preocupada por Louis también, pero estaba enfadada y no le iba a llamar ni nada. Que lo cuide su querida Eleanor.

A la mañana siguiente me levanté a las once. Me duché y vestí. Bajé a por algo de desayunar y por el camino a la parada de autobús desayuné. Iba a ir a casa de Zayn y María para ver cómo estaba él.

Tardé una hora casi en llegar. Llamé al timbre y me abrió María. Pasé dentro y vi a Zayn desayunando en la mesa de la cocina. Tenía algunas magulladuras que casi no se le notaban. Me dijo que estaba bien y que no me preocupara, que no le dolía nada de nada. Me dijeron que me quedara a comer y acepté.

Le pregunté a Harry por WhatsApp que cómo estaba Louis. Me dijo que más o menos bien… y me contó que después de todo el jaleo volvieron a casa y que Eleanor se quedó allí a dormir, en la habitación de invitados. Le dije que yo estaba en casa de María y Zayn y que me quedaba a comer. Me dijo que después de comer vendría con Mireia.

-¿Y anoche qué? ¿Qué hiciste que desapareciste de repente? –me preguntó María.

Estábamos sentados en el sofá. Habíamos acabado de comer y estábamos ahí ‘’viendo’’ la televisión.

-Me enfadé muchísimo con Louis y me fui. Dylan me quiso acompañar y bueno, decidimos ir a tomar algo a una heladería/cafetería. Y nada, me acompañó a casa y ya está, fin. –resumí todo lo mejor posible.

Llamaron al timbre y María fue a abrir.

-¿Estás bien seguro? –pregunté a Zayn con cara de culpabilidad.

-Sí tonta, y no me mires así que tú no tienes la culpa de nada. –me dijo poniendo una de sus manos en mi rodilla.- Louis me pegó por ser un borde con él y ya está.

-¡Hoooola! –dijeron Mirry al entrar al salón.

-Hola chicos. –dijimos Zayn y yo.

Se acercaron y me dieron un beso y un abrazo cada uno y luego saludaron a Zayn.

Pusimos una película y nos acurrucamos en el sofá comiendo palomitas.

La película terminó y quise levantarme del sofá para quitarla pero no pude. Harry tenía sus piernas encima de mí y se me estaban durmiendo las mías.

-Harold… -le pegué suave en el hombro.- Harold quita. –lo volví a intentar. Dos, tres veces más, nada. Así que le quité yo las piernas de encima de mí y poco a poco me levanté.

Quité la película del DVD y la puse en su caratula. Fui a la cocina a beber y cogí un zumo de melocotón. Volví al salón y me senté en el mismo sitio que estaba antes. Desbloqueé mi móvil y vi que tenía 6 llamas perdidas de Louis y 8 mensajes de él en WhatsApp. En todos los mensajes ponía que lo sentía y tal y que le cogiera el móvil. La verdad que no me había dado cuenta de que me estaba llamando y enviando mensajes porque estaba pendiente de la película, pero que si me hubiese dado cuenta, tampoco lo habría cogido ni contestado. Si quiere pedirme perdón, que venga y me lo diga en persona.

-Hmm… -bostezó Mireia.- ¿Ya ha terminado?

-Sí, hace unos minutos. ¿Te ha gustado? –reí.

-Uuuhhh mucho, mucho. –dijo riendo.- ¿Qué hora es?

-Pues son las… -desbloqueé mi móvil.- 18:24 ya.

-¿Ya? –asentí.- Será plan de irnos ¿no? Yo mañana madrugo y María también.

Despertamos a los chicos y claro, María se quedaba allí ya que vivía con Zayn, pero Harry nos llevó a casa y luego se fue a la suya.

Preparamos la cena entre todos. Durante la noche seguí recibiendo llamadas y mensajes de Louis, no contesté a nada. Pero como él tampoco venía, pues nada, yo no tenía nada más que decir.

A la mañana siguiente me levanté temprano y después de desayunar fui directa a Bleach. Necesitaba un cambio, ¿y qué mejor que un corte o un tinte de pelo?

-Entonces… -dijo Sam trasteando mi pelo frente al espejo.- ¿mechas californianas rubias con degradado de color?

-Sí, ¿no? –levanté las cejas.- ¿me quedarán bien?

-¡Claro que sí! –dijo Lou, que estaba más a la derecha haciendo un degradado de rojo a otra chica.

-Las mechas californianas quedan bien a todo el mundo, ya verás cómo quedan de bonitas y naturales. –dijo Sam cepillando mi pelo.

-Venga, pues las californianas. –me decidí.

-¡Estás en el mejor sitio para un cosa así!

Dos horas más tarde terminó de secarme el pelo. Sam me lo cortó como Lou, pero sin flequillo, y la verdad que entre las mechas y el corte me encantaba como había quedado todo.

-Una cosa Paula. –me dijo Lou.- Tú todavía estás sin trabajo ¿verdad?

-Sí, todavía… -hice mala cara.

-¿Te gustaría hacer una colección para colgar las fotos en nuestra página web?

-¿Qué? ¿En serio? ¿De verdad? –fangirleé.- ¡Me encantaría!

-Sí hahahaha, no es gran cosa, pero así te ganas algún dinero y bueno, le hiciste las fotos a Lux y quedaron geniales. –no podía parar de sonreír.- Ya sé que no es lo mismo exactamente pero creo que lo harías fenomenal.

Concretamos el precio y los demás detalles y salí de Blench más feliz que una perdiz. Llamé a Dani que tenía el día libre y nos fuimos de compras para celebrarlo. Liam también vino. Pasamos una mañana estupenda y… a pesar de estar enfadada con Louis, le compré una camiseta que me encantó y además, sabía a la perfección que a él también le encantaría.

Narra Louis

Llevaba desde el sábado por la noche sin hablar con ella, y desde ayer  sin cogerme el móvil y sin contestar mis mensajes. ¿Tan enfadada estaba? ¿Tanto le molestaba Eleanor?

-Lou, no insistas más. –me giré hacia ella y la miré con el rostro serio.- Si no te lo ha cogido ya, no creo que te lo coja. –yo no dejaba de dar golpecitos a mi mano con el móvil.

-Eleanor, creo que deberías volver ya con tus amigos donde sea que estés pasando estos días.

-¿Tan pronto quieres deshacerte de mí? –soltó una carcajada, la cual yo no entendí y seguí con mi rostro serio.

-Se trata de que desde que estás aquí Paula está enfadada conmigo y me he peleado con uno de mis mejores amigos porque todos opinan como él; no le he prestado ni un minuto de atención a ella por ti. No digo que sea tu culpa –que lo es vamos.-, pero creo que es mejor que te marches. No quiero tener más problemas con nadie, y menos con mi chica, a la cual voy a ir ahora mismo a su casa y no me iré de allí hasta que me perdone. Porque siento si te lo tomas a mal o algo, pero la quiero como nunca he querido a nadie y estoy locamente enamorado de ella. Y la verdad, no sé cómo estoy aquí sin hacer nada, que no he ido ni a recuperar a la chica de mis sueños ni a pedirle perdón a uno de mis cuatro hermanos.

Recogió las pocas cosas que tenía en nuestra casa y se marchó.

Era hora de ir a casa de Paula y luego a casa de Zayn. 

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