CAPÍTULO 99

Narra Paula

Y ahí estaba yo, sentada en un sofá de casa, con Owie encima de mi. Un día más. Un día más sin Louis. Me aburría mucho. Louis era la esencia de mi vida... y sin él yo era como una flor marchitada, como un jardín sin flores, como un océano sin peces, como una tarta que no era de chocolate... Vale. A lo mejor estaba exagerando hahahaha pero sí, él lo era todo en mi vida prácticamente. Owie se bajó de mis piernas y se fue hacia el ascensor. Se sentó en frente y ladró un par de veces. Desde que hacía días Lou se había ido, Owie hacía eso.

-No Owie... papá no vendrá en mucho tiempo. -dije dando palmadas en mis piernas para que viniera conmigo de vuelta. 

Se puso en frente mía y empezó a ladrar.

-Que pesado estás, ehh. -me levanté del sofá- Venga, vamos a salir de paseo.

Se puso a revolotear alrededor mío. 

-Espera, espera. -lo acaricié para que se estuviera quieto. 

Subí arriba y me vestí ya que todavía iba en pijama. 

Bajé y después de coger el móvil y las llaves de casa, le puse la correa a Owie. 

Saludé a James -el conserje- al salir del edificio y fui de paseo con Owie. Llegamos a un parque. Un mini Hyde Park. Aquí siempre venía con Louis... Veníamos aquí con Owie y lo soltábamos un ratito.

Me senté en el suelo, apoyando mi espalda en un árbol. En un momento dado perdí a Owie de vista. No. Por favor, no. Me levanté y empecé a buscarlo.

-¡Owiiiiiie! -lo llamé- ¡Owiiieeeeee! -lo volví a intentar. 

Escuché sus agudos ladridos y fui rápidamente hacia donde provenían sus ladridos.

PLOF. La torpe de mi se tropezó con alguien y cayó al suelo.

-¡Oh, lo siento, lo siento! -me disculpé. 

-Perdona mi torpeza, pero iba con prisas. -dijo el chico, extendiéndome su mano para ayudarme a levantar. 

-No, no, he sido yo que iba casi corriendo. -me volví a disculpar. Sonreí tímidamente.
-Soy Marcos. 

-¿Marcos? 

-Sí, soy español. -sacó a pasear su reluciente sonrisa.

-¿De verdad? ¡Yo también! -le hablé en castellano- Bueno, en realidad soy de aquí pero muy pequeña me fui a Valencia a vivir. 

-¿En serio? -ya dijo en castelano.

-Sí, sí, es una historia muy larga hahahaha. 

-Uuuuhh, podemos quedar entonces y me lo cuentas hahahah. -dudé- Te he tirado al suelo, que menos que invitarte a tomar algo. 

-Emm... sí, bueno. -di una palmada- ¡Owie! Se ha escapado, tengo que buscarlo. -empecé a andar de espaldas- Supongo que ya nos veremos. Un placer.

-Un placer, hm... -iba a decir mi nombre pero no se lo había dicho. 

Más allá vi a Owie croqueteando por el suelo con otro perro como él. Fui corriendo a por él y poco después volvimos a casa.

Mi teléfono sonó. 

*Conversación telefónica*

-¡HOLAAAAAAAAAA! 

-Que contento estás hahahaha. -adoraba escuchar su voz.

-Sabes que soy la alegría de la huerta. 

-Hahahah créeme, lo sé. 

-¿Qué haces? 

-Nada, hace poco he vuelto de pasear a Owie y acabo de hablar con las chicas, hemos quedado para cenar.

-¿E Izan?

-Trabaja.

Estuvimos hablando como media hora. Mientras hablábamos se puso a llover.

-Ah, que no se me olvide. -dijo- Mañana llevarán algo a casa. Un repartidor.

-¿A qué hora? 

-No lo sé. Sólo sé que por la mañana. 

-Lou...

-No hahahahah, no te voy a decir el qué. Ya lo verás mañana.

-Oggggg. Te odio.

-Rectifica, tú me adoras. 

-Hahahahah iluso... 

-Me tengo que ir. Acabamos de llegar a Liverpool y blablabla, ya sabes. 

-Vale. Te quiero muuuucho. 

-¿Lo ves? ME QUIEREEEEES Y ME ADORAS.

-Hahahahah tontoooo.

-Te quiero. -dijo antes de colgar.

*Fin de la conversación telefónica*

A ver qué cosa van a traer mañana. Conociendo a Louis... ay madre. 

~~~~

HOLAAAAAAAAAAAA

Chicos,

QUE DESDE AYER SOY TÍIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!

Mirar a mi precioso sobrino. ¡Se llama Kevin! Jijijijijji.

ESTOY TAAAAAN FELIIIIIIIZ.

Ahora mismo, Kevin es lo más bonito de mi vida :')

OS LOVEO MUUUUUUUUUUUUCHO