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martes, 25 de diciembre de 2012

CAPÍTULO 69

Hola hoolaaaaaaaa!!
Feliiiiiiiiiz navidaaaaaaad a todos mis preciosos lectores que son la cosa que más quiero. <3

Este capítulo se lo dedico a la pervertida de Cris. Sé que te gusta el número 69 *guiño* *guiño*

También se lo dedico a nuestro Louis por esos 21 añazos que los lleva como nadie. ¡¡Cada día que pasa más guapo!! Le deseo todo el amor (mío, jajajajajaja) y toda la felicidad que ya tiene para este año. I LOVE YOUUUU TOMMO <3

Y ahora sí que sí, a disfrutar del 69 *guiño* *guiño* JAJAJAJAJAJAJAJAJA. 

Narra Paula
Ya llevaba un rato largo con Rocío, Danielle y las hermanas de Liam, sus novios se habían ido a la barra a pedir algo hacía rato. Estábamos hablando de cuando se irían de Londres, cuando de repente la música paró y alguien empezó a hablar con un micrófono. Busqué a mi alrededor para ver quién podría ser el que hace parar una fiesta para decir algo que seguramente a los que estaban en la fiesta no les importaba y entonces lo vi, ahí estaba Louis con un micrófono en la mano en la cabina del Dj.

-¿Alguien sabe donde está mi Monster High? Hace rato que no la veo. –dijo mirando entre todas las personas que habían.
-¡Louis, tío! ¿Para eso me haces parar la música? –dijo Zayn intentando quitarle el micro de  las manos. La gente empezó a quejarse para que volvieran a poner la música.
-¡Hey! –le pegó un manotazo a Zayn para que no le quitara el micro.- Solo va a ser un segundo de nada. –le sonrió con cara de niño.
-¡Date prisa! -Sonreí al ver aquella escena.
-No te enfades, Aladín… -le acarició la mejilla sonriéndole.- ¿Entonces, nadie ha visto a mi Monster High? –volvió a preguntar hacia la gente que estaba en la pista de baile. Todos le chillaron a la vez: ¡Cállate ya y que pongan música! JAJAJAJAJAJAJA pobrecito mío.- Hey, hey, hey… tranquilos, que yo solo quiero encontrar a mi Barbie gótica. –sonreí mucho más.- A ver, si me ayudáis acabo con esto cuanto antes y la música vuelve… -se calló unos segundos.- Va vestida de Monster High. –que buena pista… jajajajajaja.- Es mi novia, es muy guapa, es la mejor, es fotógrafa, aunque bueno… eso de que es fotógrafa aquí no ayuda mucho para encontrarla… -se me escapó una carcajada al ver el lío que se estaba haciendo él sólo.- y eso, ¿la habéis visto ya?
-¡Ahí está pesado! Anda tira. –dijo Zayn señalando hacia mí y quitándole el micro de las manos. Louis al verme sonrió, y yo también.- ¡Ahora bájate ya de aquí! –jajajaja que gracioso que estaba Zayn así.
-Ya está… ya podéis seguir con la fiesta. –dijo Lou como si nada saliendo de la cabina del Dj.
-Decirle que aquí no estaba ¿vale? –les dije a las chicas levantándome de aquel sillón tan cómodo.
-¿Y eso? –preguntó Danielle.

Sin contestarle, me mezclé entre la gente sintiéndome como una niña pequeña cuando juega al escondite y no quiere que la encuentren.
Observé como Lou intentaba cruzar la pista para llegar donde yo estaba segundos atrás, así que avancé más hacia la derecha y a los pocos segundos Lou llegaba donde estaban ellas. Por la cara que hizo cuando les preguntó algo, supongo que preguntaba dónde estaba yo. Puso las manos en sus caderas y se giró para echar una vista rápida a toda esa gente, yo entre ellas. En un momento dado, sonrió de medio lado y empezó a andar hacia delante, o sea, en mi dirección. Me metí más entre la gente y lo perdí de vista. Lo volví a ver y así estuvimos unos minutos más. La verdad que lo estábamos pasando bien.
Noté que alguien me ponía las manos en mi vientre desde la espalda y me atraía hacia él.

-Ahora ya no puedes escapar. –dijo sobre mi cuello. Sentí su sonrisa y automáticamente sonreí también.
-Ahora ya no quiero escapar. –me di la vuelta y sonreímos. Me incliné un poco y le di un beso en la comisura de los labios.
-¿Podemos irnos ya? –dijo casi como una súplica. Segundos después me dio un largo beso. 
-Ansioso. –le dije sobre sus labios después de seguirle el beso.
-Mucho. –sonrió con suficiencia y me cogió de la mano para sacarme del engorro de gente que había en la pista. Parecía que tenía prisa, me llevaba casi a rastras.

Por el camino vimos a Izan, Sandy, María, Mireia y Harry, a Josh y a mucha gente más que yo no conocía, todos nos pararon para comentar lo bien que estaba yendo la fiesta. Antes de salir del todo vimos a Liam, bueno, a él fuimos a buscarlo a posta para volver a felicitare y para preguntarle como lo ha estado pasando y todo eso, nos costó bastante ya que había gente haciéndose fotos con él, que según Louis, no estaban invitados en la fiesta, es más, nadie sabía quienes eran. Cuando logramos hablar con Liam nos despedimos de él y salimos. Fuera había más de diez paparazzis haciendo fotos. También había algún que otro periodista. Louis cuando vio a toda esa gente me pasó el brazo por la cintura y empezó a  caminar más deprisa.
Hicieron preguntas tipo: ¿Desde cuando estáis en Londres? ¿Cuándo os volvéis a marchar? ¿Cómo lleváis la promoción? ¿Estáis listos para una gira mundial? ¿Estabais todos los chicos en la fiesta? ¿Cómo se siente Liam teniendo 19 años? Cuando hicieron esa última pregunta los dos miramos al chico que lo había preguntado como diciendo: ¿Cómo se siente? ¿Enserio? ¿WTF?
Nos montamos en el coche y en veinte minutos llegamos a su casa. Mientras él subió a no sé que, yo entré en la cocina para beber un poco de agua fresca. Cuando terminé de beber subí y entré en su habitación.

-¿Dónde estás? –pregunté al no verlo por la habitación.
-En el baño, no entres hasta que yo te diga ¿vale, Monster? –reí al escucharlo llamarme Monster.
-Vale, Peter.

-Ya puedes entrar. –me dijo a los diez minutos. Se me habían hecho eternos.
-Por fi… -me callé al ver el cuarto de baño.- Es precioso… -dije con los ojos brillando y mirando todo mí alrededor.

Había llenado todo el baño de velas pequeñas de color verde clarito y blanco, y había llenado la bañera a rebosar de agua. Estaba llena de espuma y de pétalos del mismo color de las velas. Los pétalos también estaban por el suelo esparcidos.

-Tengo al mejor novio del mundo. –lo miré y me acerqué de inmediato para abrazarle.- Te quiero.
-Lo sé, es difícil no quererme.
-Idiota. –sonriendo le pegué suave en el pecho.
-Que es broma tontaaa. –me abrazó más fuerte y me miró fijamente.- Yo también te quiero. –me derretí ante esa mirada tan intensa y tan azul y levanté la cabeza y le besé.- Venga, vamos a meternos que se enfría el agua. –me dio un beso rápido en los labios y en pocos segundos nos quitamos los disfraces con la ayuda del otro.

-¿Por qué verde? –pregunté cogiendo un pétalo verde del agua una vez ya dentro de la bañera.

Estábamos cada uno en un extremo de la bañera. Uno en frente del otro. Nuestras piernas estaban enredadas y él me tenía ‘’sujeta’’ de una pierna. Su mano viajaba todo el rato desde mi tobillo hasta mi rodilla, y así todo el rato. O sea, más relajante imposible.

-¿Y por qué no? –preguntó y me encogí de hombros.- Dicen que el verde relaja. –aclaró mejor mi pregunta.
-No en todas las situaciones. –dije ladeando un poco la cabeza.
-No en ésta. –sonrió divertido.- Nos quedan tres horas.
-Eso da para mucho.
-Uhhh, desafío en el aire. –solté una pequeña carcajada.
-Tómalo como quieras. –dije sonriendo y cerrando los ojos mientras apoyaba la cabeza hacia detrás. Sin emitir ningún sonido, pude saber que estaba sonriendo. Sonreí también. A los pocos segundos escuché como se movía, abrí los ojos lentamente y lo vi arrodillado hacia mí, se acercó poco a poco y plantó un casto beso sobre mi cuello, cerré los ojos de nuevo. Otro beso sobre mi cuello, esta vez más abajo. Ahora debajo de mi oreja, ahora detrás, se entretuvo más de la cuenta en esa zona de mi cuello.- Hmmm. –suspiré y siguió. Despacio, muy despacio, fue bajando sin prisa por mi cuello y plantando suaves besos a lo largo de él. Antes de abrir los ojos para poder verlo, me topé con sus adictivos labios. Le mordí el labio inferior porque sé que eso es lo que más le puede y gimió. Sonreí victoriosa y lo besé yo ésta vez. Puse las manos en su pecho y con cuidado lo empujé hacia atrás. Estiró las piernas a lo largo de la bañera y me senté encima de él. Me incliné un poco hacia delante e hice justo lo que él hizo conmigo, llenarlo de besos que dejan con ganas de más. Suspiró fuerte y poniendo sus manos en mis caderas y con un pequeño empujón se introdujo en mí.
[]

Lou estaba tumbado en la cama y yo casi encima de él, digo casi porque tenía más de medio cuerpo aplastándole. No llegaban a saciar mis ganas de tocarlo. Tenía apoyada la cabeza en su hombro, mi mano en su cintura y una pierna encima de él. Él tenía un brazo rodeándome por la cintura. Escuché un casi insonoro ruido y abrí los ojos.

-¿Tengo que tener un guardaespaldas para que vigile que no me hagas fotos mientras duermo? –dije con voz de dormida.
-No hace falta cariño, porque te haría fotos de todas formas. –inclinó un poco la cabeza hacia abajo y me dio un beso en la cabeza para darme los buenos días.

Me despegué como pude de él y me senté encima. Me estiré para delante y conseguí alcanzar mi móvil. Puse la cámara preparada.

-Aquí la fotógrafa soy yo guapo.
-¡Eso no vale! –se tapó la cara.- Yo salgo mal así.
-Si yo salgo con pelos de Rey León tú tienes que salir con cara de Oh, que cosa más guapa soy.
-Jajajajaja. –se quitó las manos de la cara y estiró su brazo para volver a coger su móvil.- A ver quién sale mejor.

Empezamos a hacernos fotos a lo loco. Con miles de caras raras. Pero raras raras. JAJAJAJAJAJA. Luego me tumbé a su lado y estirando el brazo hacia arriba nos hicimos muchas más, pero ésta vez bien, sin hacer el payaso.

-¡Tengo que irme! –se levantó rápido de la cama.- ¡Voy a llegar tarde al aeropuerto! –empezó a vestirse muy rápido y tropezando por la habitación.
-¡Dios! –me levanté yo también.- ¿Qué horas es?
-Tarde para mí, -me arrastró de la cintura hasta la cama y se sentó a mi lado para ponerse sus Converse blancas.- pero no para ti. Quédate a dormir más, todavía es muy pronto para que te levantes.
-Pero tendré que ir a mi casa, tú te vas.
-Paula, eres mi novia. Es mi casa, es tuya. Te puedes quedar hasta que te de la gana. –se levantó y se dirigió hasta una cajonera buscando algo de uno de los cajones.- Como si te mudas aquí conmigo. Tienes llaves.
-No, no… -me volví a levantar.- lo mejor es que me valla ya.
-No seas tonta, -vino hacia mí con un gorro de lana en las manos y me volvió a meter en la cama. También se sentó a mi lado. Me senté teniendo las sábanas por encima de mis piernas y le quité el gorro de las manos y antes de ponérselo le peiné un poco con las manos mientras él seguía hablando.- quédate aquí hasta la hora que quieras. –miró la hora en su móvil.- Ahora tengo que irme si no quieres que pierda el avión y Paul ya no nos deje ‘’escaparnos’’ otro día. –sonreí apenada y pasé mis brazos por su cuello. Le sonó el móvil y cortó la llamada.
-Quiero que sepas que te quiero mucho, mucho, mucho, muchísimo. –le di un beso corto.- Y… muchas gracias por lo de hace un rato. Bueno, por todo. –sonrió y le di otro beso, pero este más largo.
-No des gracias por cosas así. Es como si yo ahora voy a tu madre y le digo: Gracias por hacer una hija así. –ahajdgljdalhañkja. Ladeé la cabeza y sonreí como una tonta.- Y claro, aunque ya lo sepas, te quiero –me dio un beso.- te quiero –me dio otro.- te quiero –me dio otro.- te quiero mucho –me dio infinitos besos cortos y seguidos.- te quiero, te quiero, te quiero, te quiero… -dijo casi rozando mis labios. Le volvió a sonar el móvil y volvió a colgar.
-Vete ya. –dije al ver que no paraban de llamarlo. Rompió la poca distancia que había entre nosotros y me abrazó muy fuerte, luego nos dimos el beso que, probablemente sería el último de muchos, muchos días.
-No te vallas a tu casa ya ehh, -se levantó de la cama.- es muy pronto y fuera casi aún no ha amanecido.
-Nooo. –me sonrió y se agachó al suelo para coger el macuto ese marrón que lleva a todos lados cuando va de viaje. Donde lleva su portátil y todas sus cosas.- Llámame donde quiera que sea que tenéis que llegar.
-Alemania. –dijo desde la puerta de la habitación.
-Llámame cuando lleguéis a Alemania entonces. –acurruqué mis rodillas y las abracé.- Y diles a todos que siento no despedirme de ellos pero que los quiero mucho.
-Lo primero que haré. –sonrió ocultando tristeza. Le volvió a sonar el móvil.- Te quiero. –dijo y salió de la habitación.- ¡Qué sí Harry, que sí! Gracias por haber llamado a un taxi para que venga a por mí. Estoy saliendo d cas… -no escuché más conversación porque Lou ya estaba en la planta de abajo. Al poco escuché cerrarse la puerta principal.

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5 comentarios:

  1. Jo, son muy jvgirjfidebvrheu. Siguiente cielo, feliz navidad :) (@alca97)

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  2. me encanta!!!!!! necesito el siguiente besos (@CeliaGarcia1D)

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  3. Que bonito por favor que penita la despedida :) me fascino el momento baño pero ahi que tomar proteccion eeeeeeeh jejejejeje si puedes hacerme un favorcillo y lees mi nueva nove y me tweeteas si la lees http://vidaantesdemuerte.blogspot.com.es/

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  4. kjshdbfjhasbjhsbjhvbjhdfbvjshdbfvjhsbfvjsdfv jo, que bonito, que ajshdbajsdb es Louis, me lo como *-*

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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