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lunes, 15 de octubre de 2012

CAPÍTULO 55


¡¡¡Jelouuu amigos!!!

Aquí va el cap 55. Espero que os guste. Y como siempre, en cuanto pase de 40 visitas subiré en cuanto pueda
Quiero dedicarle este cap a TODAS las personas que siempre me comentan, que aunque no conteste, lo leo y me alegran el día. 

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OS LOVEO MUCHÍSIMO


Narra Paula
Esperamos un rato hasta que el médico vino. Nada más verlo le dijo que eso claramente era gripe y que se sabía sin examinarlo, pero aún así lo examinó. Antes de irse le dijo el nombre de varios medicamentos. A mi me dijo que le pusiera una toalla o algo mojado en la frente para que le bajara la fiebre. También me dijo que procurara que no se levantara en unos días de la cama. Tenía que hacer reposo absoluto y sobretodo no salir de casa. 

-Bueno, pues ya sabes. Tienes que tomarte lo que te ha dicho el médico.
-No me gusta tomarme jarabes. -dijo como un niño pequeño. 
-Pues te los vas a tomar. -le dije con una sonrisa. Me había hecho gracia como dijo lo anterior. 
-Si me das algo a cambio... -dijo levantando las cejas. 
-Jajajaja. Eso es lo que tu quieres. –le dije tocándole la mejilla.- Voy al baño, no te levantes. Si llaman al timbre que se esperen que yo abro enseguida. 
-Noo... 

Me metí en el baño, y justo cuando me estaba lavando las manos sonó el timbre. Antes de salir a abrir la puerta, intenté secarlas cuando escuché a Louis hablar con alguien. ''
Es que es cabezota he...'' Le había dicho que no se levantara y se levanta. 

-¿Entonces es gripe? -escuché a Zayn preguntarle.

Cuando salí del baño estaban todos al rededor de Louis y en  los sofás sentados preguntándole como estaba y esas cosas. Saludé a todos, le heché la ''bronca'' a Lou por haberse levantado y me senté en un sofá entre Niall y Britanny. 

-¿Os quedáis ha cenar? -les preguntó Louis. 
-No queremos molestar Lou. -contestó Rocío. 
-Que no pasa nada, si vosotros nunca molestáis, quedaros y así me entretengo. Que Paula y Harry no me dejan ni levantarme del sofá. 
-Ohh perdona por preocuparnos por ti. -contesté por parte de Harry y mía. Todos se reían. 
-¿Entonces os quedáis? -insistió.
-Venga vale. -contestó Niall.- ¿Pido unas pizzas? 

A todos nos pareció buena idea, así que eso cenamos. Pizza. Después nos sentamos en los sofás y nos pusimos a ver una serie de risa que hechaban por la TV en esos momentos. 

-Voy ha ponerte la toalla en la frente que aún tienes la fiebre alta. -dije al rato de sentarnos.

Entré en el cuarto de baño y mojé una toalla de manos con agua. La escurrí lo suficiente y se la puse en la frente. 

-A mi esto me molesta. -dijo quitándosela de la frente al poco tiempo. 
-Pareces un niño pequeñito. -se burló Liam.- Te quejas por todo. 
-Es que...
-Es que nada, te la tienes que poner Louis. -le cortó Harry.

Y así siguieron unos minutos, discutiendo por la toalla. Hoy Louis estaba quejica madre mía.

-Nosotros nos vamos ya. Que tú tienes que descansar. -le dijo Izan levantándose del sofá. Los demás lo imitaron y también se levantaros. 
-Eso, que yo mañana empiezo a trabajar. -dios, me tenía que levantar a las siete y media. Como no nos vallamos ya y duerma al menos cinco horas...
-Es verdad, ya ni me acordaba. -me dijo Mireia. 

Se despidieron todos de Lou y de Harry y salieron todos. 

-Ahora salgo yo chicos, no tardo. -les dije a los demás cuando estaban saliendo por la puerta. 

Me acerqué al sofá que estaba Lou y me senté a su lado. 

-Y tú, ya sabes... ahora para dormir te pones la toalla en la frente y yo mañana voy a la farmacia en cuanto salga de trabajar a medio día y te traigo los medicamentos ¿vale cariño?
-Vale cielo. -me dijo acariciándome una mejilla.- Y si quieres comes aquí mañana. 
-Está ben. –le sonreí.- Te quiero. –dije casi tocando sus labios.
-Te quiero. -me repitió después de darme un beso largo.- Que te valla bien tú primer día de trabajo. Siento no acompañarte per... 
-Gracias, pero no lo sientas. A mi ahora me importa que te pongas bien. Así no estarás tan quejica mucho tiempo. -dije en plan de broma y rió conmigo. 
-Buena suerte cielo. –y me dio el último beso del día acompañado de una sonrisa. 

Me levanté y le di un beso en la mejilla a Harry, que estaba en la puerta con Mireia de una manera muy cariñosa. Salí de casa y los chicos nos llevaron con sus coches a nuestras casa. Nos despedimos de ellos y entramos. Nos fuimos a dormir nada más entrar. Ya era la una y diez.


~~~~~
Riiing, riiing... Paré el despertador como buenamente pude y de mala gana me levanté. Aún sin abrir casi los ojos me metí en la ducha y me di una ducha más larga que de lo normal me solía dar.
Al salir, me vestí, me peiné, me maquillé un poco y me puse lo necesario en el bolso. 
Bajé para desayunar y claro, no había nadie, estaban todos durmiendo. Que envidia que me dan. Mientras me preparé un tazón de leche, me bebí un zumo de melocotón y me tosté una tostada para el camino, encendí la TV y me puse ha verla. Mientras el pan de molde iba tostándose en la tostadora, subí a mi habitación a ponerme colonia, cuando bajé ya estaba en su punto. La cogí y antes de salir miré hacia el cielo y estaba nublado. Así que cogí un paraguas por si acaso llovía después. 
Aún me quedaba media hora para empezar. Así que decidí ir andando hasta el estudio. 
Cuando llegué miré mi reloj y aún me quedaban diez minutos, así que me puse ha hecharle un vistazo a los escaparates de tiendas que habían. Me di cuenta que había una Apple Store, así que como yo no tenía móvil, me decidí a entrar, y de paso para mirar el regalo de cumpleaños de mis hermanas. En unos días llegaban. Tenía unas ganas... Estaba pasando por el pasillo de los iPod. Había pensado en regalarles un iPod Touch a cada una. Miré el precio, los colores que les gustaría... ''¡Mierda, las 8:57!'' Me dispuse a salir de la tienda pero dos chicas me pararon en la puerta para preguntarme como estaba Lou. ''¿Cómo podían empezar a preguntar a las nueve de la mañana con esa alegría si yo estoy muerta de sueño? ¿No duermen?''

-Chicas, Lou está un poco mejor, pero de verdad que ahora no puedo pararme con vosotras. Llego tarde al trabajo. -me alejé un poco de ellas con prisa.- ¡Pero os da las gracias por preocuparos tanto por él! ¡Os quiere muchísimo a todas! -dije andando de espaldas y con una gran sonrisa. 

Conseguí llegar a las nueve y un minuto. Menos mal. Cuando llegué Mary estaba dentro de un set preparándolo. Me contó que dentro de un rato vendría una chica para hacerse un book. Como aún no había acabado de prepararlo la ayudé en los últimos detalles. A las once de la mañana vino Jeff. Nos contó que venía de hablar con varias personas para hacer unas cuantas sesiones. Durante el día hicimos muchas cosas. No pensaba que iría tanta gente. El día se me pasó muy rápido. 

-¿No te vienes a comer con nosotros? -me preguntó Jeff cuando vio que cogía mis cosas. 
-Hoy no, lo siento. -me intentaron convencer durante unos minutos.- Es que tengo que ir a la farmacia a por unos medicamentos para mi novio, y de paso como en su casa. Pero mañana os prometo que me quedo. 

Dicho eso, acabé de despedirme de ellos y entré a una farmacia que había por allí cerca. Compré lo que Lou necesitaba y me fui a su casa. En veinte minutos llegué, y por suerte no llovía. 

-¡Hola pija! -dijo Harry muy sonriente abriéndome la puerta. 
-Hola Harold. -le abracé y me dio un beso en la mejilla.- Estás muy contento hoy ¿no? 
-Sí, es que tengo una noticia que darte. -entramos dentro. 
-¿A sí? -me senté en el sofá y busqué con la mirada a Lou. No lo veía por ningún lado. 
-Se está duchando. Ahora enseguida baja. ¿Tienes hambre, o aún es pronto para comer? 
-Pues un poco sí, la verdad. 
-Vale, pues se acaba de hacer la comida y comemos. 
-Vale, ¡pero dime de una vez lo que me tienes que contar! 
-Sí, sí, claro. Es que me voy con Mireia a Italia unos días. -sonrió más.
-¿Sí? -dije muy contenta.- ¡Me alegro! 

Estuvimos unos minutos más alegrándonos por lo del viaje y puse la mesa mientras Harry acababa de hacer la comida. A los pocos minutos bajó Lou con un poco mejor cara que ayer. Comimos y nos sentamos en el sofá. 

-Tengo una cosa que darte. -me dijo Lou. 
-¿Sí? ¿El qué? -entonces me acordé que tenía que tomarse los medicamentos.- ¡Yo también! -y me levanté corriendo hacia la cocina, donde había dejado la bolsa de los medicamentos. Salí y puse la bolsa detrás de mi espalda.- Cierra los ojos. 
-¿Vale la pena cerrarlos? -rió divertido y yo reí al pensar la ilusión que le haría. 
-No lo sé. -me acerqué mas a él y puse la bolsa delante suya.- Ábrelos. 
-¡Oh venga! -dijo como un niño cuando lo.- Eso no lo quiero. Devuélvelo. 
-JAJAJAJA. -empezamos a reírnos Harry y yo de la forma en la que lo dijo.- Venga, te los tienes que tomar para ponerte bueno. 
-Pero es que no me gustan. 
-Pero es que te los tienen que tomar. 

Tras una larga discusión, se los acabó tomando. ¡Lo que nos costó por dios! 

-Venga, dale ahora su regalo. -intervino Harry. 
-¡Hay sí, se me olvidaba! -se levantó y subió arriba, a los dos minutos ya estaba bajo escondiendo el regalo detrás suyo.- Ahora cierra tu los ojos. 
-¿Vale la pena cerrarlos? -repetí su pregunta de manera divertida.
-Siiiii, ya lo verás. Lo mío si merece la pena, no como lo tuyo. -los cerré riéndome por lo que dijo.- Ábrelos. 

Abrí los ojos y saqué el iPhone de la bolsa. Me costó aceptarlo, pero lo acepté por lo insistente que habían sido Louis y Harry en que lo aceptara. La verdad que hoy había sido un buen día. 

-¡Hay! ¡Tengo que irme que llego tarde al trabajo! -me levanté corriendo del sofá. 
-¿Qué que hora es? -preguntó Louis. 
-¡Las cuatro menos diez! 
-Tranquila, yo te llevo. -se levantó Harry del otro sofá.- Y así compro unas cosas que me hacen falta para el viaje. 

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